La comida típica de Francia es una de las más famosas del mundo. Muy variada, de calidad y con un toque sofisticado, te prometemos que resistirse a probarla durante un viaje al país es misión imposible.
No por nada la francesa es una de las pocas gastronomías del mundo reconocidas como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad (desde 2010). Sólo comparten tal honor la dieta mediterránea, la comida mexicana y la japonesa.
Dulce o salado, entrantes o platos principales, con carne o vegetarianos… Aquí te dejamos más de 30 platos representativos de la comida francesa. Eso sí, no nos hacemos responsables si decides leer este artículo con hambre… Bon appétit!
Consciente del reconocimiento mundial de su gastronomía, la sociedad francesa la considera y defiende como todo un arte. Por eso, no es de extrañar que muchos de los cocineros más famosos del mundo hayan salido de los fogones galos. También, muchos de los premios y distinciones más importantes del sector tienen sello francés.
¿Preparando tu viaje a Francia? Te contamos qué ver en París, cómo llegar a Disneyland y cómo llegar a Versalles
La gastronomía en la cuna de la Nouvelle cuisine es rica y variada ¡así que la lista podría ser interminable! Por eso, para este artículo hemos seleccionado los 30 platos más representativos entre la comida típica de Francia. ¿Preparado para descubrirlos?
Contents
- Características de la comida típica de Francia
- El pan, base de la comida francesa
- Comida francesa con carne
- Platos vegetarianos en la comida típica de Francia
- Más comida típica de Francia
- Los quesos franceses más famosos
- Dulces y repostería, imprescindibles en la comida típica de Francia
- Bebidas típicas de Francia
- AHORRA y prepara tu viaje a Francia
Características de la comida típica de Francia
Además de por su historia, sus monumentos, su naturaleza y la belleza de sus ciudades, ¡la comida francesa es un muy buen motivo para viajar a París o a cualquier otro rincón del país galo!
La mezcla mediterránea y noreuropea palpable en otros elementos de su cultura se refleja también en la mesa. Por ello, es fácil encontrar tanto aceite de oliva como mantequilla en su preparación, así como platos más frescos y ligeros frente a otros más elaborados y contundentes.
Además, se trata de una cocina muy regionalizada: en el suroeste aparecen los platos típicos vascos mientras que las recetas de Alsacia recuerdan más a la gastronomía alemana. En el noreste, comparte varios platos con la comida típica de Bélgica. En el sur, la comida francesa se asemeja a la mediterránea, en contraste con los platos caribeños de sus territorios de ultramar.
Otra característica es la importancia del pan (y derivados) en la comida francesa, pero de esto te hablamos un poco más adelante. También están muy presentes los dulces, bien como bollos de desayuno o merienda, o bien como recetas más elaboradas que se toman de postre.
Por último, no podemos dejar de mencionar alimentos que son muy típicos en Francia que, quizá, fuera nos llaman un poquito más la atención: la carne de pato, las ancas de rana o los caracoles son algunos de los platos más originales que podrás probar en el país vecino. ¿Te animarías?

– Horarios para comer en Francia
Es importante tener en cuenta los horarios a la hora de disfrutar de la comida francesa durante tu viaje. Aunque es cierto que los restaurantes turísticos suelen ser más flexibles, ¡mejor no confiarse!
Más tempranos que los españoles y mas tardíos que los británicos, los horarios para comer en Francia nos recuerdan bastante a los de Italia:
A primera hora de la mañana se toma el desayuno típico francés. Éste es ideal para los más golosones, pues suele ser café acompañado de viennoiseries (bollitos variados) y otras delicatessen dulces, como tostadas de mantequilla y mermelada o miel, y las tostadas francesas (similares a las torrijas). Para que te hagas una idea, el famoso “desayuno continental” de los hoteles se inspiró en el galo.
Se almuerza entre el mediodía y las 2 de la tarde. El menú suele consistir en un entrante (verduras crudas, sopa o embutidos), un plato principal y postre o queso. Aunque la gente suele adaptar esto a su trabajo y rutina diaria, los menús del día que ofrecen los restaurantes siguen este patrón a rajatabla.
La cena, sobre las 8 de la tarde, sigue un patrón similar (entrada, plato y postre), aunque algo más ligero.
Para terminar, si estás hecho todo un viajero foodie y quieres probarlo todo y más durante tu viaje, quizá te interesa unirte a alguna de estas actividades gastronómicas en París:

El pan, base de la comida francesa
¡No hay mejor manera de empezar este repaso por la comida típica de Francia que con el pan! Es una de sus principales bases y, como adictos a los carbohidratos que somos, te aseguramos que es uno de los más ricos del mundo.
Le pain no puede faltar en el desayuno o en los picnic al aire libre. Si comes en un restaurante francés, es muy probable también que te ofrezcan un cesto con pan, tal cual se hace en España. Eso sí, nuestros vecinos prefieren tomarlo con mantequilla, no con aceite de oliva.
Sus panaderías, las famosas boulangeries, bien podrían convertirse en patrimonio nacional. Ya verás como te las encuentras bastante a menudo y ofrecen una lista laaarga de delicias.
En ellas vas a encontrar, además de la bollería (de la que vamos a hablar más abajo), algunos platos típicos de la comida francesa con pan, o relacionados con éste.
Si te interesa este mundillo, hay un par de actividades en París que quizá te interesan:
En boulangerie o fuera de ella, creemos que los más representativos serían:
1. La Baguette, el pan más famoso que comer en Francia
Convertida en uno de los símbolos del país, este tipo de pan elaborado con agua, harina de trigo, levadura, masa madre y sal es, probablemente, el más famoso del mundo.
Sobre su origen existen muchas teorías, ¡a ver cuál te cuadra más!
Hay quienes defienden que fueron los panaderos de Napoleón quienes transformaron los panes redondos de entonces para alargarlos y facilitar su transporte a los soldados. Otros consideran que simplemente surgió porque necesitaba menor tiempo de cocción que el pan vienés introducido en la década de 1830 en Francia.
Otra teoría apunta a que, durante la construcción del metro de París en el siglo XIX, se creó esta nueva forma para evitar que los trabajadores tuvieran un cuchillo a mano (que se utilizaba para cortar los panes redondos) y lo sacaran al pelearse…
Sea como fuere, esta barra crujiente y fina es la más característica de la comida típica francesa. De ahí el ese cliché del francés caminando con una baguette bajo el brazo.
De todos modos, allí hay infinidad de tipos de pan, puesto que cada región cuenta con una variedad… ¡o muchas! Aunque ingredientes y gustos pueden resultar parecidos, las texturas y formas son muy diferentes. Le floron, la couronne, le pain brié o la faluche son sólo algunos tipos de pan francés que te animamos a probar. ¡Ya nos contarás!

2. Crepes y galettes
¡Si hablamos de comida francesa, no podían faltar en esta lista las crepes! Estas masas finas y redondas originarias de la región de Bretaña (al noroeste de Francia) son uno de nuestros platos favoritos.
Es habitual verlos rellenos de numerosos ingredientes dulces como el chocolate o la crema Chantilly o el toffee (caramel beurre salée) pero el más típico viene, paradójicamente, de la gastronomía italiana: ¡Nutella! Prueba a añadirle pequeñas rodajas de plátano o fresas… ¡ñam!
Si eres más de salado, opta entonces por las galettes.
Hechas de trigo sarraceno, están normalmente rellenas de ingredientes salados. El más famosos en París es el dúo de champiñón y jamón de París, aunque también hay salmón ahumado, opciones vegetarianas, infinidad de quesos… ¡Una delicia!
3. Croques monsieur y madame
Uno de los platos más sencillos y más ricos de la comida francesa es este sándwich de pan de molde, jamón cocido y queso (emmental o gruyer), asado al horno o en plancha.
Lo que hace especial a la receta es el remate final de queso gratinado y crujiente que lo cubre. En el caso del croque madame, el huevo frito que lo corona.
En algunos casos, añaden a todo esto un poco de bechamel. Vamos, que con huevo o sin él, las croques ligeritas no son. Para compensar, lo suelen acompañar de una ensalada, por lo que te aseguramos que puedes quedarte muy satisfecho.
Se desconoce el origen de este platos pero, por lo visto, fue en 1910 cuando apareció en el menú de un café parisino por primera vez.

4. Quiche lorraine, una comida típica de Francia regional e internacional
Esta es la más famosa de las variantes de quiche o tarta salada de la comida típica de Francia.
Debe su nombre a la región de Lorena, donde se originó como un plato popular para aprovechar las sobras (algo muy común en las recetas tradicionales de medio mundo): restos de masa de pan, tocino ahumado, nata y huevos. A esta receta original hoy se le ha añadido queso.
Los franceses son unos grandes amantes de las tartas saladas y también son comunes las quiches de puerro y salmón, y las de tomates secos y queso de cabra, entre otras tantas. Se suelen comer por porciones triangulares (tipo pizza), acompañadas de una ensalada. ¡Nos encantan!
5. Flammkuche (o tarte flambée)
Aunque realmente recuerde a la pizza típica de Roma, la flammkuche es el mejor ejemplo de la influencia de la comida alemana dentro de la gastronomía francesa. De hecho, es originaria de Alsacia y la orilla del río Mosela, zona fronteriza.
Aunque hoy admite casi cualquier ingrediente, la receta tradicional sería una finísima masa de pan a base de harina y agua, con cebolla cruda, panceta y nata o queso fresco.
Nació en los años 1900, cuando se introducía una laminita de pan en el horno para tantear la temperatura en su interior antes de meterlo todo a cocer. Para evitar su desaprovechamiento, pensaron en adornarla con los ingredientes más baratos y abundantes a su alrededor… ¡y así surgió uno de los platos más ricos de la comida típica francesa!

Comida francesa con carne
Aunque insistimos en que la comida francesa es tan variada como sus regiones, la carne es uno de los ingredientes protagonistas de muchas de las recetas.
Suelen cocinarla con mantequilla (en vez de con aceite) y acompañarla de deliciosas salsas como la sauce béarnaise, la sauce au poivre (a la pimienta) o la sauce aux champignons. A su vez, una ligera ensalada o una contundente ración de patatas fritas son la guarnición perfecta.
De todos modos, en el país galo la cocina con animales y derivados no se limita a un filete o un entrecot. Aquí te dejamos algunos de los platos “carnívoros” más conocidos de la comida típica de Francia:
1. Foie Gras, la más polémica comida típica de Francia
Aunque el foie gras es un alimento rodeado de polémica por sus atroces métodos de producción, prohibida en más de 15 países (entre ellos Inglaterra, Italia, India o Argentina), no podíamos no hablar de él en este artículo sobre comida francesa.
El foie gras se consigue cebando con alimentación forzosa el hígado del pato o ganso, para que sea lo más grasoso posible. Se suele comer untado en pan, como entrante. ¡Ojo! Aunque son muy parecidos, no hay que confundir el foie gras con el paté.
Su aparición se remonta miles de años hasta el antiguo Egipto, y se cree que se extendió por la Galia durante el período romano.
Hoy, el foie gras forma parte del patrimonio gastronómico e incluso cultural francés, especialmente en las regiones de Périgord y Midi-Pyrénées.
¿El futuro? No se sabe, pero nuestra opinión personal es que poco a poco irá evolucionando hasta dejar atrás el tipo de producción actual…

2. El pato, un tipo de carne bastante común que comer en Francia
Pero el pato no solo se utiliza para hacer foie gras, sino que la carne de este ave es una de las más comunes dentro de la comida típica de Francia. En ocasiones, puede ser sustituida por la de ganso.
Esto es algo que puede chocar pues, aunque el pato es muy utilizado especialmente en la gastronomía asiática, no es tan popular en Europa ni en el mundo occidental, en general.
Los dos platos con pato más famosos en el país galo son:
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Confit de pato. Originado en la región de Gascuña en la Francia medieval, es carne salada de pato o ganso cocida en su propia grasa. ¡Súper sabroso!
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Magret de pato. Pechuga de pato cocinada más por fuera y casi crudita por dentro, que suele servirse en lonchas. Una de sus recetas más famosas es la que va con salsa de naranja
3. Steak tartare
Aunque existen muchas teorías sobre su autoría, la francesa defiende que el actual steak tartare nació a principios del siglo XX de la mano del chef Auguste Escoffier. Enseguida se hizo mundialmente conocido.
La receta lleva carne cruda (de ternera) picada con huevo, mostaza, jugo de limón, perejil, sal y pimienta. El aliño es lo unico que suele variar. Nosotros no somos muy fans de la carne cruda así que, si lo pruebas, ¡cuéntanos qué tal!
Sin salir mucho de la zona, recuerda por ejemplo al filete americano típico de la comida belga.

4. Boeuf bourguignon
Este estofado de carne de ternera con vino tinto de Borgoña, especias y verduras es, quizá, el plato con carne más típico que comer en Francia.
Aunque es muy importante la calidad de la carne, es la salsa la gran protagonista de la receta, puesto que su misión es unificar todos los ingredientes.
El boeuf bourguignon es un plato muy sabroso y consistente, ideal para los fríos inviernos del centro y norte de Francia. Recuerda un poco al goulash, un famosísimo guiso típico de Hungría y de la gastronomía polaca, aunque el francés no lleva pimentón.

5. Coq au vin, símbolo y comida típica de Francia
Antes decíamos que el pato es un ave cuyo consumo está muy extendido en la gastronomía francesa. El gallo viene detrás y es especialmente representativo, pues el macho de la gallina es uno de los símbolos de la República Francesa ya desde la época romana.
Originario de las regiones del centro y el este del país, el coq au vin es, como su nombre indica, un estofado de gallo marinado con vino y verduras.
Vamos, que la receta es bastante parecida al boeuf bourguignon. La carne, como no podía ser de otra manera, recuerda al pollo.
6. El Cassoulet
Nos vamos ahora hasta el sur del país, a una de las regiones históricas más bonitas e interesantes que ver en Francia: Occitania.
De ahí procede el cassoulet, un delicioso guiso de alubias blancas y diferentes tipos de carne. Dependiendo de la receta o de la zona donde se haga, estas carnes pueden ser salchichas, tocino, costilla de cerdo, una especie de morcilla a la francesa e, incluso, pato (¡de nuevo el pato!). También es posible añadir verduritas.
El nombre de cassoulet viene de la cazuelita de barro en la que, tradicionalmente, se cocina y se sirve.
Seguramente la idea te recuerde a la fabada asturiana, tan típica en la gastronomía española o (tirando para casa) a los judiones de La Granja de San Ildefonso (Segovia). En realidad son recetas similares, pero creemos que esta comida típica de Francia es menos caldosa que las opciones ibéricas.
7. Saucisson, el embutido más famoso de la comida francesa
El saucisson no es más que la versión francesa del salchichón español o del salame típico de la Toscana. Es decir, carne de cerdo picada y condimentada, que se mete en un tejido del intestino de vaca o cerdo y se deja curar. Dicho así, quizá no suena muy apetecible, ¡pero qué rico está!
El origen está, por supuesto, en la época romana, cuando ésta era una buena opción (por no decir la única) para conservar la carne en buen estado el mayor tiempo posible.
A día de hoy, hay muchísimas variedades de saucisson, y éste es, seguramente, el alimento más famoso en la célebre charcuterie francesa.
Como en España, se suele tomar en crudo y como aperitivo o picoteo, ya sea solo o acompañado de diferentes quesos, paté y pan.

Platos vegetarianos en la comida típica de Francia
Si la carne no es lo tuyo, tranquilo, ¡que hay muchas opciones de platos vegetarianos que comer en Francia para ti! Además, cada vez es más habitual encontrar menús con platos sin carne o restaurantes vegetarianos en las diferentes ciudades francesas.
Aquí te dejamos las recetas más populares:
1. Vichyssoise, ¿la crema fría más famosa del mundo?
Es una crema de puerro, patata, cebolla, leche y nata.
Desde hace años, la gastronomía francesa y la estadounidense pelean por su origen, pero los créditos de su receta recaen sobre Louis Diat, un chef francés que trabajaba en el hotel Ritz-Carlton de Nueva York durante la Primera Guerra Mundial.
Ojo, que también hay quien considera que fue un cocinero vasco que trabajaba para el general Pétain durante el régimen de Vichy quien la ideó… A tenor del nombre, esta teoría puede tener bastante sentido, ¿no?
Sea como fuera, la gastronomía francesa ha convertido a la vichyssoise en la crema fría más famosa del mundo. La verdad es que apetece en cualquier momento. ¡Aprovecha!

2. Soupe à l’oignon
Esta sopa es una mezcla de pan blanco, cebolla caramelizada, vino y queso gruyere gratinado.
Aunque esta receta sencilla ya existía en varios países europeos durante la Edad Media, la sopa de cebolla se considera originaria de Francia.
Cuenta la leyenda que su inventor fue, ni más ni menos, el rey Luis XV. Lo cierto es que fue en el siglo XIX cuando Francia la popularizó mundialmente tras ganar fama en París, donde se convirtió en costumbre tomar algo caliente en los pocos locales abiertos a altas horas de la madrugada.
Hoy, es un plato presente en los menús de todos los restaurantes de comida francesa. Eso sí, si eres vegetariano, asegúrate antes de pedirla de que tu restaurante la prepara con caldo vegetal, puesto que en muchos casos, el ingrediente utilizado es el pollo.

3. Ratatouille, la comida típica de Francia más famosa en la cultura popular
Originario de la región de Provenza, es un rico guiso de tomate, ajo, pimiento, cebolla, calabacín y berenjena cortados en trocitos, con aceite de oliva y especias.
Fuera del país, es uno de los platos más famosos de la comida francesa, y sí, buena culpa de ello tiene Ratatouille, la peli de Disney que le “robó” el nombre en 2007.
Es un plato muy versátil pues, aunque suele utilizarse como guarnición, muchas veces puede encontrarse como plato único. El ratatouille se toma tanto frío como caliente y, además, es uno de los platos típicos de Francia más sencillos de hacer en casa. ¡A nosotros nos encanta!

4. Tartiflette
¡Vamos con uno de nuestros favoritos de la gastronomía francesa!
La tartiflette es un plato gratinado a base de queso reblochon (uno de los más intensos y deliciosos), patatas cocidas, crème fraîche o nata, cebolla, bacon y pimienta.
A ver, no es precisamente el plato más ligero que puedes comer en Francia… pero te recomendamos probarlo, sobre todo si vas a la región de histórica de Saboya, de donde es originario. También se ve mucho en el Valle de Aosta italiano, en la zona alpina.
Como curiosidad, esta receta fue creada por el Sindicato Interprofesional del reblochon en los años 80, para fomentar el consumo de dicho queso. No tuvieron mala idea…

5. Otros platos sin carne que comer en Francia
Aunque más arriba te comentábamos que a los galos les gusta la carne, hay que reconocer que hay bastantes más opciones de platos vegetarianos en la comida francesa que en otras gastronomías típicas de Europa.
Te proponemos las siguientes:
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Gratin de pomme de terre. Finas rodajas de patata gratinadas, típicas de los Alpes franceses. Ojo porque, como te comentábamos antes con la sopa, la versión de Saboya sustituye los lácteos del plato original por caldo de ternera. Ante la duda, si eres vegetariano, mejor pregunta
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Aligot. Puré de patatas con queso tome fraîche, y textura elástica y espesa. Quizá una de las recetas que más se nos resiste y queremos probar
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Ensalada Nicoise (o nizarda). Originaria de Niza, combina ingredientes frescos con algunos cocidos. Suele llevar huevo, atún, tomate… ¡Ideal para el veranito en la Costa Azul!

Más comida típica de Francia
Dentro de la comida francesa hay muchos más platos típicos que no hemos podido agrupar en ninguno de los puntos anteriores, así que aquí tienes unas cuantas recetas extra, algunas bien diferentes y curiosas…
1. Merluza al beurre blanc
¿Sabías que uno de los platos con pescado más populares en la comida típica de Francia nació de un error?
Además de, evidentemente, la merluza, la receta se basa en la salsa al beurre blanc. Ésta lleva mantequilla, vino blanco y chalota. Es parecida a la salsa holandesa que se sirve con los huevos pochados en los brunch de medio mundo.
Por lo visto, ésta nació cuando la chef francesa Clémence Lefeuvre trataba de preparar salsa bearnaise y olvidó echar huevo. En ese momento, ella trabajaba en el restaurante ‘La Buvette de la Marine’, que hoy lleva su nombre, y que puedes cotillear (y reservar) en la web del restaurant Clemence. Está en el pueblo de Saint-Julien-de-Concelles, en la región de Bretaña.
2. Ostras, la comida francesa más “lujosa”
Las otras están íntimamente ligadas a la gastronomía francesa. Tanto, que Francia es el primer país productor y consumidor en Europa. Personalmente, solo hemos visto más ostras que en el país galo a la hora de comer en Australia…
Actualmente, existen 7 cuencas ostrícolas en el país, en las regiones de Normandía, Bretaña Norte y Sur, Vendée, Charente-Maritime, Arcachon y el Mediterráneo. Si visitas alguna de estas zonas durante tu viaje a Francia, ¡no dudes en disfrutar de unas de las mejores ostras del mundo! Por supuesto, también encontrarás este molusco de la mejor calidad en muchos de los restaurantes más típicos donde comer en París.
Si no te quieres resistir al cliché más francés, no te olvides acompañarlas de una copa de champagne. Aunque a día de hoy no es un combo tan lujoso ni exclusivo como antaño, tampoco es lo más barato que puedes comer en Francia. Ahora bien, de vez en cuando hay que darse un caprichito, ¿verdad?

3. Escargots
Si hay una comida típica de Francia que llama la atención (y no siempre para bien) a muchos, esos son los caracoles. Es cierto que también están presentes, sin ir más lejos, en la gastronomía española y en la italiana, pero es en la del país que queda justo en medio donde son más populares.
La receta más popular para cocinarlos es la de los escargots de Bourgogne, que se extendió por toda Francia en la segunda mitad del XIX. En ella, los caracoles son cocidos y servidos en su concha, rellena de mantequilla con ajo y perejil.
Suelen servirse como entrante en los restaurantes franceses, generalmente para compartir. Si te da curiosidad, te dejamos por aquí la receta de los caracoles de Borgoña. ¿Te atreves a probarlos?
¡Por cierto! Desde 1979 existe una protección legal en Francia para las especies comestibles.

4. Cuisses de Grenouille
Y de los caracoles pasamos a la otra especialidad, digamos, más “exótica” de la comida típica de francesa: las ancas (o patas) de rana.
Aunque ha sufrido variaciones desde su origen, la preparación más común es cocinarlas en mantequilla, ajo y perejil, aunque también puedes encontrarlas en sopa. Nosotros aún no las hemos probado, pero confesamos que nos da bastante curiosidad…
Como dato, Francia importa cerca de 4.000 toneladas anuales de este producto. Tan célebres son, que el conocido escritor Alexandre Dumas dedicó buena parte de su obra Le grand dictionnaire de cuisine a estas extremidades.
No nos extraña que los británicos llamen a sus vecinos continentales “comedores de ranas” (frogeaters)… Vaya, ¡como si la comida típica de Inglaterra tuviera algo que echar en cara a la francesa!
5. Moules-frites, comida típica de Francia ¡y de Bélgica!
Seguro que no te sorprende que el plato más característico de la gastronomía belga forma parte también de la comida típica de Francia.
Aunque inicialmente la idea de mezclar mejillones al vapor servidos en una cazuela y acompañados de patatas fritas pueda no resultar muy apetecible, ¡te aseguramos que es una auténtica delicia!
En la receta original que se toma en Bruselas, los mejillones se cuecen con vino blanco, apio, ajo, cebolla, perejil, sal y pimienta. Hoy en día existen numerosas formas de prepararlos jugando con los ingredientes. Elijas la receta que elijas, ¡no te olvides de acompañarlos de una cerveza!
¿Vas a viajar a la capital belga? ¿O simplemente te da curiosidad conocer un poquito más su gastronomía? Aquí tienes un artículo específico sobre restaurantes recomendados donde comer en Bruselas

6. La Mostaza de Dijon, una salsa imprescindible en la comida típica de Francia
Si bien no es un plato en sí, la mostaza de Dijon no podía faltar en este artículo dedicado a la gastronomía francesa.
Se trata de una fuerte, elaborada a partir de granos de mostaza negra, sal, agua, vinagre y ácido cítrico.
Es originaria de la ciudad de Dijon, en la región de Borgoña. Alí, durante la Edad Media se le atribuían propiedades medicinales.
Se la conoce como la salsa del emperador Napoleón III, a quien le apasionaba hasta el punto de tener una firma proveedora particular, la Maison Maille.
Ésta fue fundada en 1747 en París y, a día de hoy, sigue siendo la referencia en el sector. La encontrarás en la mayoría de supermercados en Francia y en tiendas deli de medio mundo. ¡Está bien rica!
7. Platos criollos, las recetas más alternativas de la gastronomía francesa
¡No podíamos olvidar los territorios de ultramar y sus platos típicos en este repaso por la gastronomía de Francia!
Las Antillas francesas tienen un patrimonio gastronómico distinto al de la metrópoli, aportando variedad y color a la cocina más tradicional. Aquí te presentamos algunos de sus platos más típicos:
– Colombo antillais. Guiso de verduras con una mezcla de especias, tremendamente popular en la cocina antillana y guyanesa desde el siglo XIX. Puede tener como base pollo, cerdo, cordero, gambas o pescados
– Boudin criollo. Es uno de los embutidos más antiguos que se conocen y se elabora con sangre de cerdo, grasa y especias, similar a la morcilla española. Muy típico también en la Francia continental, la versión criolla añade chile.
– Jambon de Noël antillais. Jugoso jamón cocido que se ha convertido en uno de los platos principales que comer en Francia en Navidad. Las Antillas adoptaron esta costumbre de los territorios vecinos que fueron colonia británica
– Pain au beurre. Pan a base de mantequilla con forma similar al brioche, pero de miga densa y menos dulce. Se prepara para las grandes ocasiones, generalmente acompañado de una taza de chocolate. Aunque es originario de la isla de Martinica, la idea recuerda mucho al challah judío
– Ti’punch. Cóctel elaborado con ron blanco, lima y azúcar de caña, que suele acompañar algunos de los platos típicos más densos o tomarse como aperitivo. Eso sí, para beber, requiere de toda una “ceremonia”: ron puro en un vaso, servido con una cucharilla para ir removiendo sus ingredientes mientras se degusta lentamente
8. Platos internacionales que comer en Francia
Por último, no podíamos no incluir a la cocina internacional en este artículo sobre comida típica de Francia.
Y es que no podemos olvidar que el Imperio Colonial Francés fue uno de los más extensos y diversos del mundo, con territorios en los actuales Vietnam, Líbano o Canadá, islas en el Pacífico, el Índico y el Caribe y, por supuesto, una parte importante de África.
Por este pasado, Francia ha adoptado, y adaptado, algunos platos de sus antiguas colonias, así como ingredientes y especias originales. Además, la gastronomía francesa convive hoy (especialmente en París y otras grandes ciudades) con otras cocinas, como la árabe y la china, traídas por las comunidades de migrantes que allí se han ido asentando desde las últimas décadas del siglo XX.
Los quesos franceses más famosos
¡No se puede hablar de comida típica de Francia sin mencionar esta delicia! Y es que el queso no es sólo un símbolo del país, sino también un elemento fundamental de la comida (y de la sociedad) francesa.
Presente en muchas de las recetas tradicionales, suele ofrecerse como postre en los menús, y no puede faltar una tabla variada de quesos en todo picnic o aperitivo que se precie.
Según estimaciones, en Francia existen alrededor de 1.500 quesos de unas 250 variedades diferentes. Así, es imposible hablar de todos, pero como fans absolutos del queso podemos recomendarte los siguientes:
– Roquefort. Queso de sabor (¡y olor!) fuerte a base de leche de oveja , es originario de la ciudad de Roquefort-sur-Soulzon. Obtuvo la denominación de origen ¡en 1925!
–Camembert. Queso de leche de vaca producido en la región de Normandía, protegido por denominación de origen desde 1983
– Brie. Pasta blanda de leche de vaca y de sabor suave, originaria de la Isla de Francia (la región de París)
– Munster. Otro queso de sabor y olor potente, a base de leche de vaca. Su origen se remonta, ni más ni menos, que al este de Francia durante la época de Carlomagno
– La bleu d’Auvergne. Queso azul de leche de vaca, originario de la región de Auvernia. Denominación de origen desde 1974
– Reblonchon. Con sabor fuerte pese a ser de leche de vaca, se recomienda tomarlo a temperatura ambiente para disfrutar de su textura. Originario de la Alta Saboya
–Comté. De sabor similar al gruyer suizo, este queso de vaca tiene denominación de origen desde 1952
– Raclette. Queso semicurado de vaca, de origen suizo, que hoy se elabora también en diferentes regiones francesas. ¡Ojo! Que la raclette no es sólo un tipo de queso, sino también uno de los platos más tradicionales de la comida francesa. Consiste en derretir el queso sobre patatas cocidas, embutidos y encurtidos, mientras se comparte con amigos o familia alrededor de la parrilla eléctrica
Si tú también eres un loco del queso y quieres aprovechar tu viaje a París para catar varios, puedes apuntarte a este tour gastronómico por el barrio de Le Marais:
Tour gastronómico por Le Marais


Dulces y repostería, imprescindibles en la comida típica de Francia
Los más golosos deben (debemos) a la gastronomía francesa muchos de los postres y dulces más famosos del mundo. La repostería en Francia ha sido elevada casi a la categoría de arte, ¡y no es para menos!
Aquí te hablamos de algunos de los dulces más característicos que comer en Francia y te desvelamos algunos datos curiosos:
1. Macaron, la comida francesa más colorida
La primera sorpresa nos la llevamos al saber que la galletita más famosa de Francia no surgió en Francia sino en Italia allá por el siglo XVI.
Sin embargo, los macarons están vinculados al patrimonio culinario y a la historia del país galo. De hecho, se sirvieron en la boda de Luis XIV y Maria Antonieta ya devoraba en Versalles los famosos macarons de la casa Dalloyau, fundada en 1682.
Los ingredientes de este delicado dulce son clara de huevo, almendra molida, azúcar y colorante, este último para lograr sus característicos colorines. Su textura es crujiente, similar al merengue, y se rellenan con distintos sabores.
No podemos dejar de recomendarte Ladurée, casa emblemática especializada en esta delicia, en la que encontrarás desde los gustos más tradicionales (como fresa, chocolate o limón) a sabores tan novedosos como flor de naranjo, regaliz o pétalo de rosa. Quizá la tienda Ladurée más famosa está en plenos Campos Elíseos, un lugar imprescindible que ver en París así que ¡no tiene pérdida!
Si tienes curiosidad por esta delicia de la gastronomía francesa, puedes apuntarte a esta clase y degustación de macarons en las icónicas Galerías Lafayette.
2. Las Viennoiseries
Estos productos dulces, a medio camino entre la técnica de la panadería y los ingredientes de la pastelería, son los culpables de los olores más irresistibles en las calles francesas a la hora del desayuno. ¡Te recomendamos no pasar por delante de ninguna boulangerie si vas con hambre!
Quizás la palabra te da una pista de su verdadero origen… Y es que fue August Zang, austriaco, quien viajó hasta París en 1837 para abrir una panadería vienesa. Desde entonces, sus técnicas inspiraron a otros muchos panaderos, hasta convertir los famosos croissants en símbolo nacional.
Eso sí, los brioches y los pain au chocolat (nuestros favoritos) son 100% originarios de Francia. Además de estos tres, la viennoiserie francesa ha evolucionado hasta crear cientos de diferentes bollos que harán que tu decisión sea más que complicada cuando visites una boulangerie…
3. Crème brûlée, comida típica de Francia ¿y de España?
El origen de este delicioso postre, cuyo nombre significa literalmente “crema quemada”, se sitúa en torno a 1650.
Su sencilla receta (yemas de huevo, azúcar, leche, vainilla y caramelo) recuerda mucho a la crema catalana. De hecho, Francia y España se disputan su autoría. Sin embargo, la primera mención de la crème brûlée aparece en en el libro de cocina Nouveau cuisinier royal et bourgeois, publicado en el país galo en 1691.
Independientemente del lado de los Pirineos en el que se preparara por primera vez, te prometemos que está deliciosa. Así que, si eres un apasionado del dulce, no hay mejor colofón para un menú típicamente francés que la créme brûlée.
4. Mousse
¿Sabías que fue el cocinero personal del rey Luis XVI quien inventó este postre mundialmente conocido?
De textura ligera y esponjosa, la mousse se sirve fría y como postre. Disfrutarla no es solo un placer para el gusto, sino que también es muy curioso para el tacto y el oído. Ya verás que, si vas a viajar a París (o a cualquier otro rincón del país) con peques, la mousse va a estar en su top de comida típica de Francia.
La receta original se componía de huevo, azúcar y chocolate. Pese a que éste último sigue siendo el sabor estrella, con el tiempo se han ido sumando ingredientes para jugar con nuevas texturas y sabores. Es muy popular también, por ejemplo, la mousse al limón. ¡A nosotros nos encantan ambas!
5. Otros dulces de la comida típica de Francia
La lista de dulces y pasteles (gâteaux) que comer en Francia puede convertirse en interminable, así que no queremos dejar de recomendarte otros tan deliciosos como estos:
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Fondant de chocolate
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Tarte tatin (de manzana caramelizada)
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Tarte au citron (de limón)
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Mille-feuille (milhojas)
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Éclair, sobre todo de chocolate
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Marron glacé (castañas confitadas). Al menos en París, durante el otoño y el invierno también se venden las castañas asadas en los típicos puestos callejeros ¡que huelen que alimentan!



Bebidas típicas de Francia
Llegamos al final de este artículo sobre gastronomía francesa y, por supuesto, no podíamos dejar de lado a los principales acompañantes de la buena mesa: las bebidas. ¡Y es que del país vecino proceden algunas de las más conocidas y celebradas a lo largo y ancho del mundo!
– Vino, la mejor companía para la comida típica de Francia
Estos “caldos” son parte fundamental de la gastronomía de Francia y cuentan con reconocimiento mundial… ¡y no es para menos! El galo es el segundo país con más hectáreas de viñedo, sólo superado por España.
Además, los vinos franceses están entre los más antiguos del mundo, pues sus cultivos de vid se remontan a la época del Imperio romano.
Hoy, más que un cliché, el vino forma parte de la vida de los franceses. Todo se celebra brindando con vino y las visitas suelen llevar una botella bajo el brazo (habría que exportar esta costumbre, ¿no?).
Si bien los más famosos son los vinos de la región de Burdeos, son muchos los vin rouges, blancs y rosés que gozan del reconocimiento de la crítica especializada.
Aunque, evidentemente, nos gusta acompañar nuestras comidas de vez en cuando con una copita, confesamos que no somos unos grandes expertos en el arte del vino. Si tú sí, o eres un aficionado que quiere aprender, puedes aprovechar tu viaje a París para unirte a alguna de estas actividades relacionadas con ello:
– Champagne
La bebida que más y mejor simboliza el lujo y la exclusividad en prácticamente todo el mundo, nació en 1668 en la actual región de Champagne-Ardenne, fronteriza con Bélgica.
Por lo visto, un monje llamado Dom Pérignon mezcló variedades de uva chardonnay, meunier y pinot noir para crear un vino que, mezclado con azúcar, se tornaba espumoso… y voilà!
Probablemente el nombre del monje te resulte también familiar, pues Dom Perignon es hoy una de las marcas más conocidas de esta bebida, junto a Moët & Chandon, Pommery, Laurent Perrier o Piper-Heidsieck.
Si viajas a la zona de Reims y alrededores, no dudes en aprovechar para visitar alguna de sus bodegas. Además de descubrir cómo se producen algunos de los champagnes más famosos del mundo, allí también podrás disfrutar de una cata de sus productos. Tienes más información en la web oficial de Champagne, en español.
– Otras bebidas típicas de Francia
Además de la cerveza, particularmente en las zonas fronterizas con Bélgica y Alemania, en Francia también podrás probar otras bebidas alcohólicas bastante apreciadas por los franceses:
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Cognac (tipo de brandy, originario de la región del mismo nombre)
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Panaché (mezcla de cerveza y limonada)
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Pastis (a base de anís y regaliz)
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Kir (un cóctel con crema de cassis y vino blanco de Borgoña)
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Calvados (aguardiente de Normandía)
También hay numerosos licores producidos en Francia. Quizá el más famoso es la absenta, creada en 1790 por un médico francés y que, por su alto contenido de alcohol (puede alcanzar los 90°) fue prohibida en el país durante casi 100 años. Bebe con moderación, s’il vous plait!
¡Pero no todo va a ser alcohol! Si lo prefieres, también podrás acompañar la comida típica de Francia con numerosas opciones de zumos o jugos de fruta, multitud de refrescos y, por supuesto, agua con o sin gas. El agua del grifo es gratis en los restaurantes de Francia, siempre y cuando ordenes comida.


¡Hasta aquí el repaso por la comida francesa! Esperamos que hayas apuntado unas cuantas recetas para probar durante tu próximo viaje a París o a cualquier otro rincón del país galo… o que, al menos, te hayas entretenido y aprendido algo nuevo.
¿Tienes alguna duda? ¿Añadirías alguno a la lista? ¿Quieres recomendarnos alguna delicia más para completar esta lista de comida típica de Francia? ¡Te leemos en comentarios! Merci!
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2 respuestas
Bastante útil este post referente al tema
de recetas. Espero encontrar más publicaciones así en internet
¡Hola Nina!
Nos alegramos de que te haya gustado conocer más sobre la gastronomía francesa.
Un saludo