Algunos viajeros dicen que no hay muchos lugares que ver en Milán. Bien, te prometemos que, con este artículo, ¡te vamos a convencer de todo lo contrario!
En un país con joyas como Roma, Florencia o Venecia, la capital de Lombardía es una de las ciudades más vivas e interesantes. La locomotora económica del Belpaese tiene una historia milenaria, buenos museos, mucha moda y, por supuesto, una de las catedrales más espectaculares del mundo.
Aquí te dejamos más de 20 cosas que hacer y que ver en Milán, tanto las más turísticas como otras alternativas y, además, algunas excursiones recomendadas por sus increíbles alrededores. Andiamo!
Vamos a empezar poniendo las cartas sobre la mesa: ¡Milán es una de nuestras ciudades favoritas! Además, Andrea, aunque es toscano, tiene parte de su familia allí (¡como casi todos los italianos!) y la conoce bastante bien.
Siempre hemos visto a la “capital del norte de Italia” como una urbe fascinante, muy italiana y, a la vez, europea y cosmopolita gracias a su posición geográfica. En los últimos años, de cara a la Expo de 2015, se renovó y se construyó un montón y, cada vez que vamos ¡la vemos più bella!
Pásate por este artículo con 19 consejos para viajar a Milán. Hablamos de aeropuertos, alojamiento, transporte público, platos típicos, visitas… y un montón de tips que, seguro, ¡te vienen genial!
Aunque el municipio en sí tiene apenas un millón y medio de habitantes, el área metropolitana de Milán es una de las más grandes e importantes de Europa, tanto en población (más de 8 millones de personas) como económicamente.
Marcas de lujo, aperitivo, grandes obras de arte, música, fútbol, buena mesa… ¿Estás listo para descubrir los mejores lugares que ver en Milán?
Contents
- 0. Hacer un free tour
- 1. El Duomo, lo más importante que ver en Milán
- 2. Galleria Vittorio Emanuele II
- 3. El Castello Sforzesco
- 4. Navigli, un lugar único que ver en Milán
- 5. La Última Cena de Da Vinci
- 6. El Teatro de La Scala
- 7. Parque Sempione, el pulmón verde que visitar en Milán
- 8. La Pinacoteca de Brera
- 9. La Basilica di Sant’ Ambrogio, un lugar clásico que ver en Milán
- 10. De compras por el Quadrilatero de la Moda, algo exclusivo que hacer en Milán
- 11. Disfrutar de la gastronomía milanesa
- 12. La zona más moderna que ver en Milán: Piazza Gae Aulenti
- 13. Corso Como y Porta Garibaldi
- 14. Biblioteca y Pinacoteca Ambrosiana
- 15. Otros museos que ver en Milán
- 16. Cementerio Monumental
- 17. El estadio de San Siro, un imprescindible que ver en Milán para futboleros
- 18. La Piazza degli Affari
- 19. Las mejores excursiones desde Milán
- 20. Estación Central, un lugar con historia que ver Milán
- 20+1. Más lugares que ver en Milán
- Mapa: Qué ver en Milán
- AHORRA y prepara tu viaje a Milán por libre
0. Hacer un free tour
Algo que siempre merece la pena hacer cuando se llega a un sitio nuevo es apuntarse a un free tour. Es una buena opción tanto si quieres empezar a situarte y conocer la ciudad, como si tienes poco tiempo y quieres exprimirlo al máximo.
Durante unas dos horas y media, un guía en español te va a llevar a recorrer los principales lugares que ver en Milán, mientras te pone al día sobre la historia y la cultura de la ciudad de un modo ameno. Cuando termine, tú mismo decides cuánto pagar, en función de lo que hayas aprendido y disfrutado.
Tienes más información y puedes reservar (lo cual recomendamos hacer con tiempo, especialmente si vas a viajar a Milán en temporada alta o fin de semana) aquí mismo:
Free tour por Milán en español
Aquí te dejamos otros tours y visitas guiadas por Milán, bien más completos o bien de temáticas más concretas. ¡Seguro que encuentras uno perfecto para ti!
- Free tour del arte
- Free tour por el Milán histórico
- Tour completo por Milán con entradas incluidas
- Visita guiada por Milán
- Tour por la Milán más alternativa
- Tour nocturno de los fantasmas
- Visita guiada privada y flexible en español, solo para ti y tus acompañantes

1. El Duomo, lo más importante que ver en Milán
No podíamos empezar esta lista de lugares que ver en Milán con otro. Y es que el Duomo de Milano es, con permiso del de Florencia, una de las catedral más bellas, majestuosas e impresionantes de Italia ¡y del mundo!
Empecemos por el principio: Milán era una de las pocas grandes urbes italianas que, a finales del siglo XIV, aún no tenía su gran catedral. Por eso, y por lo rica y prestigiosa que ya era la ciudad, se quiso hacer un templo grandioso, como no se había visto hasta entonces. Tanto, que las obras duraron hasta los años 30 del siglo pasado… ¿El resultado? Si tuviéramos que resumirlo en una sola palabra sería “espectacular”.
La oficialmente llamada Cattedrale Metropolitana della Natività della Beata Vergine Maria, es la iglesia más grande de Italia (si tenemos en cuenta que la Basílica de San Pedro está en el Vaticano) y la tercera del mundo (detrás de la anterior y la de Nuestra Señora Aparecida, en Brasil).
El Duomo de Milán es, arquitectónicamente, único, debido a que se fue construyendo a lo largo de diferentes periodos. Se podría decir que es una unión de los estilos: neogótico, neoclásico, gótico italiano, renacentista… Todo él está recubierto de un blanquísimo mármol de Candoglia.
Otra de las cosas que hace única a esta catedral es que se puede caminar por su techo. Desde las famosas terrazas del Duomo vas a tener la mejor panorámica que ver en Milán. Además, es desde donde mejor vas a distinguir la famosísima Madonnina, la estatua más famosa de la ciudad. Ésta representa a la Virgen, a quien está dedicado todo el templo. A más de 4 metros sobre el tejado, es el punto más elevado de la catedral (a 108 metros del suelo) y, durante un tiempo, lo fue de toda la ciudad.
Aunque las terrazas y la fachada son lo más llamativo del Duomo y lo que ningún viajero puede perderse durante una visita a Milán, te recomendamos que también entres a la catedral. ¡Es una auténtica maravilla!


– Cómo visitar el Duomo de Milán
Si quieres visitar el Duomo te recomendamos hacerte con tus entradas con antelación.
Así, te librarás de esa cola y te garantizarás poder ir cuando tú quieres, especialmente si vas a viajar a Milán durante la temporada alta. Hay varias opciones, que te enlazamos aquí para que elijas la que más te convenga:
- Entrada general: iglesia, museo y terrazas (a elegir ascensor o escaleras, y opción de audioguía)
- Visita guiada de hora y media, con subida a las terrazas, en español
- Entrada solo a las terrazas, sin colas
La entrada al Duomo también está incluida en el Milan Pass (más información aquí), junto con otras atracciones imprescindibles que visitar en la ciudad.
¡Ojo! Ten en cuenta que, para entrar a lo que es la iglesia, es obligatorio cubrirse los hombros.
– Disfrutar de la Piazza del Duomo
El centro geográfico, social y cultural de la ciudad es la Piazza del Duomo. Rodeada de edificios históricos, hoy ocupados por tiendas, restaurantes y cafeterías o instituciones culturales, es también lugar de reunión para milaneses y turistas. Allí se celebran las victorias de Milan e Inter, se pone el árbol de Navidad, se hacen conciertos…
Dejando a un lado la catedral, que es, por supuesto, la gran estrella de la plaza, allí está otro lugar imprescindible que ver en Milán del que te hablamos justo debajo: la Galleria Vittorio Emanuele. También llama la atención la estatua grandota de Vittorio Emanuele II (el rey de la unidad de Italia) a caballo, parecida a la que hay delante del Altar de la Patria en Roma.
La típica foto delante de la espectacular fachada del Duomo es algo que no puede faltar en tu viaje. Eso sí, no te vamos a engañar: poder hacértela sin tropecientas personas detrás es complicado… así que la mejor opción es madrugar
Ten también cuidadín con las palomas… ¡Advertido quedas!
Por último, una de las cosas que más te recomendamos hacer en Milán, especialmente si es tu primera visita, es llegar en metro a la estación Duomo. ¡Salir y encontrarte en medio de la plaza, y enfrente de la catedral, es un auténtico sueño!

2. Galleria Vittorio Emanuele II
La bonita y elegante Galleria Vittorio Emanuele es uno de los primeros centros comerciales del mundo. Inaugurada en 1877, de impecable estilo neorrenacentista, une las plazas del Duomo y de la Scala, dos de las más importantes que ver en Milán.
Antes, la zona era oscura y estrecha, pero durante el Risorgimento, con la unidad de Italia, se quiso construir un monumento diferente, que demostrara que Milán era una ciudad moderna, burguesa… ¡y vaya si lo consiguieron!
La Galleria Vittorio Emanuele, que se llama así por el primer rey de Italia, tiene dos pasillos peatonales muy amplios, cubiertos por increíble un techo reticulado de vidrio y acero.
Justo donde se cruzan, encontrarás la imagen más típica, el Ottagono. En el suelo de esta placita, cubierta por una cúpula acristalada de casi 50 metros, hay un mosaico que representa el escudo de los Savoia (que reinaban en Italia en la época en que se construyó la galería) y también símbolos de diferentes ciudades italianas. Ya verás que el toro de Turín es el protagonista de una curiosa tradición: si giras el talón tres veces sobre él, te traerá fortuna.¡No te vayas sin probarlo!
Además de ser un lugar muy turístico que visitar en Milán, la Galleria Vittorio Emanuele es muy local. De hecho, se la conoce como il salotto di Milano. Allí hay tiendas, cafés y restaurantes para todos los bolsillos, pero todos (¡incluso McDonalds!) tienen que tener el mismo letrero negro con el nombre en dorado.
Si has estado en Bélgica, seguro que te recuerda a las Galerías Saint-Hubert, uno de los principales lugares que ver en Bruselas.


3. El Castello Sforzesco
Siguiendo por la Via Dante, directa desde el Duomo, vamos a llegar a uno de los monumentos más “especiales” que ver en Milán.
Y es que el Castello Sforzesco fue construido en el siglo XV sobre fortificaciones anteriores, incluso de la época romana. Debe su nombre al duque Francesco Sforza, responsable de su construcción.
Durante el renacimiento, fue la sede del gobierno de Milán. Desde 1525, con la dominación española, el castillo se convirtió en la base de una de las guarniciones más grandes de Europa. Allí llegaron a vivir ¡hasta 3000 soldados!
Después de tantos años en los que el Castello Sforzesco representó la opresión contra los ciudadanos, tras la unidad de Italia (y con un paréntesis durante la II Guerra Mundial, cuando los bombardeos dañaron un montón el edificio) se convirtió en un lugar abierto y de ocio para todos… ¡y hasta hoy!
El Castello Sforzesco no solo es un lugar bonito, interesante y lleno de historia, sino que está, además, muy bien rodeado. Delante tienes una fuente espectacular, ideal para sentarte a disfrutar de un helado y hacerte una buena foto. Detrás, el bonito Parco Sempione, del que te hablamos más abajo.
¡Por cierto! Lo que más destaca, ya verás, en el conjunto del Castello Sforzesco es la Torre del Filarete. Ésta, aunque es uno de los principales landmarks que visitar en Milán, ¡fue construida por un toscano!
– Visitar el Castello Sforzesco
Además de ser chulo por fuera, como imaginarás su interior se puede visitar. En él hay diferentes instituciones culturales, una escuela y varios museos:
- La Pinacoteca
- La sección egipcia y prehistórica del Museo Arqueológico (el favorito de Andrea cuando era bambino)
- El Museo de Arte Antigua
En este último destaca la Pietà Rondanini, la última escultura de Miguel Ángel (sí, el mismo de la Capilla Sixtina).
Para no perderte nada, puedes apuntarte a esta visita guiada por el Castello Sforzesco en español:
Visita guiada por el Castello Sforzesco
- Recinto abierto de 7 a 19’30 horas
- Gratis. Los museos se pagan a parte


4. Navigli, un lugar único que ver en Milán
Navigli ya era una de las zonas que ver en Milán favoritas de Andrea, ¡y yo moría de ganas por ir!
Aunque la ciudad está prácticamente rodeada de ríos, es una de las pocas metrópolis europeas que no están cruzadas por uno. Por eso, tuvo que hacerse con un sistema de canales (i Navigli) que unían la urbe con dichos ríos y con los lagos de Como y Maggiore, al norte de la región.
Con el crecimiento de la ciudad, éstos se fueron cerrando, y solo quedaron los canales de Naviglio Pavese y Naviglio Grande, además del de Martesana, más alejado del centro.
El más famoso, tanto para milaneses como para turistas, es el segundo. Rodeado por las icónicas Casas de Ringhiera (antiguas viviendas populares con patio interno y colorida fachada), es el sitio ideal para disfrutar de uno de los planes más típicos que hacer en Milán: tomar el aperitivo. Ya verás qué placer es sentarse en una de sus terrazas a disfrutar del ambientillo, mientras te tomas un Spritz y comes algo rico…
Además, allí vas a poder visitar pequeñas galerías de arte, tiendecitas, y conocer dos lugares súoer fotogénicos: el Ponte di Pietra o della Madonnina y el curioso Vicolo delle Lavandaie. Este último es el histórico canal donde se lavaba la ropa, ¡y hoy nos parece un rinconcito encantador!
Ambos canales confluyen en la Darsena Milanese, el antiguo puerto donde, por ejemplo, llegaron los mármoles para construir el Duomo. Gracias a la Expo del 2015 pasó de estar prácticamente abandonada a ser uno de los lugares más de moda para pasar el rato con amigos. ¡Mola!


5. La Última Cena de Da Vinci
¿Cómo te quedas si te decimos que una de las joyas más famosas que ver en Milán la pintó el mismísimo Leonardo da Vinci en el comedor (por eso también se llama Il Cenacolo) de los frailes dominicos de la Iglesia de Santa Maria delle Grazie?
La Última Cena es uno de los cuadros más famosos del mundo y tiene unos 40 metros cuadrados de superficie. Representa el momento exacto en que Jesucristo dice que uno de sus apóstoles lo ha traicionado y, más que una pintura, parece una representación teatral. ¡Impresiona un montón!
Como tardó unos 3 años en terminarlo (por lo visto, los religiosos estaban ya cansados de tenerle ahí mientras almorzaban, mientras cenaban… ¡y no nos extraña nada!) no pudo utilizar la técnica del fresco como hizo, por ejemplo, Miguel Ángel en la Capilla Sixtina. Leonardo optó por témpera y óleo.
Así, la obra se deterioró bastante rápido y ha sido restaurada muchísimas veces. Durante la última, se emplearon las últimas tecnologías de conservación, tanto en la pintura como en la sala, y por eso ahora las reglas son súper estrictas: grupos reducidos, con tiempo limitado, y siempre con entrada.
Si quieres visitar La Última Cena, te recomendamos reservar con varios meses de antelación, especialmente si vas a viajar a Milán en temporada alta. Te lo decimos, precisamente, porque nosotros nos hemos quedado con las ganas varias veces… ¡que no te pase lo mismo! Puedes hacerlo a través de la web del Cenacolo, o bien apuntándote a un tour guiado en español:
Visita a la Última Cena de Da Vinci

6. El Teatro de La Scala
Desde la Plaza del Duomo, solo tendrás que atravesar la Galleria Vittorio Emanuelle para llegar al siguiente de los lugares imprescindibles que ver en Milán: el Teatro alla Scala.
Su nombre viene de que, para construirlo en 1778, se tuvo que derruir la iglesia que allí estaba, Santa Maria alla Scala. Fue diseñado por Piermarini en estilo neoclásico y, en esa época, fue “lo más” en Europa.
El Teatro alla Scala fue un escenario clave durante el siglo XIX en Milán. Para que te hagas una idea, cuando se inauguró el 90% de sus 155 palcos (¡wow!) eran de nobles y aristócratas; a principios del siglo XX, tenían menos de la mitad. Numerosas protestas y reivindicaciones nacieron con un lanzamiento de folletos desde esos mismos palcos…
Yéndonos ya a lo estrictamente musical, es importante saber que el público de los loggioni (que son los asientos más baratos, arriba del todo, que llamamos “gallinero” en España) está considerado como uno de los más entendidos en música lírica. Sus aplausos o abucheos han influenciado la carrera de artistas como Verdi, Puccini, Rossini, Pavarotti o Maria Callas. Hoy, por allí siguen pasando los mejores cantantes, músicos y bailarines del mundo.
Por si te apetece ir a algún espectáculo, te dejamos aquí la web oficial de La Scala. Ten en cuenta también que, cada 7 de diciembre (día de Sant’Ambrogio, patrón de Milán), se celebra el primer espectáculo de la temporada lírica, ¡y es casi como los Oscar!
¡Por cierto! Paradójicamente, la estatua grandota que está en la plaza, justo delante de la Scala, no es de ningún músico ni compositor, ¡sino de Leonardo da Vinci!
Andrea dice que la visita guiada a la Scala es uno de los planes más chulos que hacer en Milán, especialmente si eres melómano. Si quieres visitar más monumentos, que sepas que está incluida en el Milan Pass; si no, te recomendamos reservarla por separado con tiempo, especialmente si vas a viajar en temporada alta:
Visita guiada por el Teatro de la Scala


7. Parque Sempione, el pulmón verde que visitar en Milán
El pulmón verde del centro de Milán se construyó a finales del siglo XIX como un jardín “a la inglesa”, es decir, buscando acercar los bosques y la naturaleza a la metrópolis. Si conoces la capital británica, ya verás que recuerda a algunos parques de Londres…
Además de las típicas cosas que hay en un parque, como lagos, estatuas y mucho verde para tumbarse a disfrutar del aire puro, en el Parque Sempione tienes también algunas construcciones más “originales”.
La más famosa es la Torre Branca, costruida en acero en los años 30, que tiene un imponente mirador a 108 metros. Otras se utilizan, más bien, para eventos y exposiciones, como el Palazzo dell’arte della Triennale, la Arena Civica o, incluso, un acuario.
La ruta clásica para visitar el Parque Sempione es entrar atravesando el Castello Sforzesco (del que te hablábamos más arriba), y salir del lado contrario. Justo allí encontrarás otro lugar que ver en Milán que no puede faltar en tu ruta: el Arco della Pace. Este típico arco del triunfo, de estilo neoclásico, fue erigido en 1815 para celebrar la paz entre las potencias europeas tras el Congreso de Viena. De allí sale el Corso Sempione, un bonito bulevar construido en época napoleónica.
- Abierto todos los días, de 6’30 a 21 horas
- Gratis

8. La Pinacoteca de Brera
Si eres un amante del arte, aquí tienes uno de los lugares que tienes que visitar en Milán, ¡sí o sí! Y es que en Brera no “solo” un museo, sino más bien un complejo con biblioteca, jardín botánico, academia ¡y hasta un observatorio astronómico!
Esto se debe a que Brera nació, en 1776, como un proyecto educativo y, con la llegada de Napoléon, se quiso hacer lo mismo que en el Louvre: llevar algunas de las obras más importantes de Italia (muchas de ellas de iglesias y monasterios) para que todo el mundo pudiera verlas, y no solo los nobles y religiosos. ¡Un buen mix!
Las obras de la pinacoteca de Brera son algunas de las de más alto nivel que vas a poder ver en Milán. Entre sus autores hay nombres como Raffaello, Caravaggio, Tiziano, Piero della Francesca o Mantagna, aunque quizá las más mítica per se es el Bacio de Hayez.
- Via Brera, 28
- Abre de 8’30 a 19’00. Cerrado los lunes
- La entrada cuesta 15 euros. Gratis para menores de 18 años y solo 2 euros si eres ciudadano de la Unión Europea de 18 a 25 años. La audioguía va a parte y cuesta 5 euros. Puedes reservar o comprobar precios en la web oficial de la Pinacoteca de Brera
– Algo típico qué hacer en Milán: recorrer el barrio de Brera
El barrio de Brera, además, es uno de los más bohemios y bonitos que ver en Milán. Además, está muy bien situado, cerca del Castello Sforzesco y del Quadrilatero della Moda.
Además de la pinacoteca y el jardín botánico, en Brera no te puedes perder la Iglesia de Santa Maria del Carmine y el Palazzo Citerio. Si tienes tiempo y te gustan las artes escénicas, en el barrio está el Piccolo Teatro, uno de los más importantes de la ciudad.
Por supuesto, te animamos a que te pierdas entre esas calles empedradas y sus edificios con las típicas persianas italianas. Si te apetece, puedes apuntarte a esta visita guiada por el barrio y la pinacoteca de Brera en español:
Visita guiada por Brera (barrio y pinacoteca)


9. La Basilica di Sant’ Ambrogio, un lugar clásico que ver en Milán
Desde el siglo IV lleva en pie la Basílica de Sant’Ambrogio, o de San Ambrosio, patrón de la ciudad. Así, además de ser una de las iglesias que ver en Milán más antiguas (aunque fue prácticamente reconstruida en el siglo XI y tras la Segunda Guerra Mundial), también es una de las más originales y especiales.
Construida en un característico estilo románico lombardo y con el ladrillo rojizo típico de la zona, entrar allí es como hacerlo “en otra época”. Tras pasar por un patio, verás la fachada, que tiene un tejado triangular muy marcado, grandes ventanas, y está franqueada por dos campanarios diferentes entre sí.
La basílica se edificó fuera de la ciudad, en el lugar exacto donde estaban enterrados los cristianos martirizados por los romanos. De hecho, en el interior cobija las reliquias de varios santos y mártires, entre ellos, por supuesto, las de San Ambrosio.
Además, también puedes ver allí el sarcófago del Stilicone (del siglo IV), la Columna de la Serpiente (que la leyenda atribuye al mismísimo Moisés) y diferentes capillas. Entre ellas están las dedicadas a los hermanos del santo y la que más destaca: el hermosísimo Sacello de San Vittore in Ciel d’Oro.
Junto a la iglesia está el precioso claustro, de Donato Bramante (que trabajó también en Santa Maria delle Grazie y en diferentes obras en Roma), que es hoy la sede de la Universidad Católica del Sacro Cuore.
La Basílica de Sant’ Ambrogio está en la agradable plaza del mismo nombre, en la que vas a ver también una antigua y solitaria columna romana. Se llama Colonna del Diavolo porque, según la leyenda, los dos agujeros que tiene fueron hechos por los cuernos del diablo cuando San Ambrogio le echó de la iglesia. ¡A ver si los encuentras!
- Plaza de Sant’Ambrogio (estación de metro del mismo nombre, o 20 minutos caminando desde el Duomo)
- Visita gratuita, teniendo siempre en cuenta que es un lugar de culto
- Abierta de lunes a sábado de 10 1 12 horas y de 14’30 a 18 horas. Los domingos, de 15 a 17

10. De compras por el Quadrilatero de la Moda, algo exclusivo que hacer en Milán
Valentino, Versace, Prada, Gucci, Armani, Trussardi, Ermenegildo Zegna, Dolce&Gabbana, Moschino… ¿Te suenan estas marcas?
Los nombres más grandes de la moda italiana (y prácticamente mundial, con permiso de las casas francesas) han estado fundadas o tienen su sede principal en Milán. No por nada, en la capital lombarda se celebra una de las cuatro grandes pasarelas (las otras tres son, como sabes, París, Londres y Nueva York).
Por esto, uno de esos planes imprescindibles que hacer en Milán es ir de shopping… ¡o a mirar escaparates! Eso sí, cuidadito con la tarjeta, que resistir a la tentación en la ciudad de la moda no es fácil…
El mejor lugar para ello es el legendario Quadrilatero della Moda. Este barrio está entre las calles Via Alessandro Manzoni, Via della Spiga, Corso Venezia y la Via Monte Napoleone, y en todas ellas vas a, directamente, flipar con el ambiente y sobre todo con las vitrinas, que son un espectáculo.
En la Via Montenapoleone, además, puedes aprovechar para tomar un espresso o un macchiato en la Pasticceria Cova, una de las mejores para probar el panettone.
Si prefieres otras zonas para salir de compras en Milán, pásate por el inmenso Corso Buenos Aires, con más de kilómetro y medio de tiendas; el área de Via Torino y Porta Ticinese y, por supuesto, el Corso Vittorio Emanuele, las galerías del mismo nombre y el ya mencionado Corso Como.
En los alrededores de la ciudad también hay varios outlets ¡para todos los precios y bolsillos! Echa un ojo a ver cuál te cuadra mejor durante tu visita a Milán:


11. Disfrutar de la gastronomía milanesa
¿Qué es un viaje al Belpaese sin probar su deliciosa comida? La gastronomía italiana es, para nosotros, una de las más deliciosas del mundo (¡si no la más!), así que disfrutar de ella es algo imprescindible que hacer en Milán. ¿No crees?
Aunque allí vas a poder ponerte hasta arriba de pasta, pizza y helados, no queremos dejar de recomendarte algunos de los platos más típicos de la zona:
- Risotto alla milanese. Quizá el risotto más clásico. Es, básicamente, arroz con mantequilla y azafrán, y se le distingue por su color amarillo. Si lo pruebas, te va a costar no repetir cada día de tu visita a Milán…
- Cotoletta. Es un filetito, generalmente de ternera, empanado. Nada más, ¡y nada menos! Eso sí, hay un gran debate sobre si nació primero la cotoletta o el schnitzel (uno de los principales platos que comer en Australia, Austria y Alemania)…
- Ossobuco. Consistente guiso de una parte de la pata de ternera sin deshuesar. Tradicionalmente, se sirve con risotto alla milanese.
- Cassoeula. Uno de los platos más típicos en el invierno milanés, a base de berza y las partes “menos nobles” del cerdo.
- Panettone. Este dulce típico navideño es originario de la ciudad así que, si te coincide la fecha, probar uno es algo que hacer en Milán, ¡sí o sí!
También son platos tradicionales del norte de Italia la polenta, el bollito (carne hervida con verduras), los quesos gorgonzola y mascarpone o el delicioso pan de michetta (que, paradójicamente, probamos en uno de los restaurantes donde comer en Roma).
En Milán, además, es posible encontrar recetas deliciosas procedentes de todo el país, gracias a la grandísima migración interior, y también platos internacionales. Por los precios ni te preocupes: en una ciudad tan grande y cosmopolita, hay de todo para todos los bolsillos.
Si estás hecho todo un foodie, te pierde la gastronomía y no te quieres perder nada, apuntarte a uno de estos tours gastronómicos es una estupenda opción:

– Tomar el aperitivo, algo súper típico que hacer en Milán
Si hay algo típico y especial en la capital de Lombardía, al nivel del mismo Duomo y del resto de sitios que ver en Milán que estamos repasando en este artículo, eso es el aperitivo.
Todo inició en la segunda mitad del siglo XIX cuando, en Turín, se inventó el vino aromatizado más famoso del mundo: el vermut. Enseguida se hizo popular, ya que abría el apetito antes de cenar y, a la vez, acompañaba las conversaciones, junto con algo de picar. Esta moda enseguida pasó a Milán y, de ahí, con el tiempo, al resto de Italia.
Hace unos años, la idea de aperitivo tradicional se juntó con la del happy hour anglosajón, por lo que lo común ahora es pagar por una bebida alcohólica (generalmente vermut, por supuesto) y tener acceso libre a un buffet frío o, al menos, a una buena ración de embutido, crackers, frutos secos, pasta, bocadillitos, aceitunas… Vamos, ¡que te vas a casa cenado!
El aperitivo se disfruta entre las 6 y las 8 de la tarde, por lo general. Los lugares más típicos para tomar el aperitivo en Milán son la Piazza del Duomo y alrededores, el barrio de Brera y, por supuesto, Navigli.
Si no has probado el vermut italiano, es posible que te sepa amargo y “raro” al principio, ¡pero dale otra oportunidad! Te lo dice la voz de la experiencia… Quizá el más típico (y nuestro favorito) es el Aperol Spritz, aunque también son muy populares Martini, Campari o Negroni.
Sin duda, tomar el aperitivo y disfrutar del ambientillo es algo muy, pero que muy top que hacer en Milán. ¡No te lo pierdas, per favore!

12. La zona más moderna que ver en Milán: Piazza Gae Aulenti
Esta es una ciudad que sabe reinventarse. La Expo de 2015, además, contribuyó a “darle un lavado de cara” y a añadir un montón de zonas más modernillas que ver en Milán. A nuestro juicio, esto fue un súper acierto y le han hecho ganar muchos puntos.
El núcleo de esta “nueva Milán” es la fascinante Plaza Gae Aulenti, en el corazón del Quartiere Direzionale di Milano. Esta moderna y amplia plaza fue proyectada de un arquitecto argentino, César Pelli, y se inauguró a finales de 2012. Está totalmente cubierta de fuentes y, para ir de un lado a otro, hay pasarelas así que ¡cuidado con el equilibrio!
Está rodeada por imponentes rascacielos, firmados por algunos de los mejores arquitectos del mundo. Uno de los más llamativos es la impresionante Torre Unicredit, que es el edificio más alto de Italia gracias a sus 231 metros de altura.
La plaza se pensó como un punto de encuentro entre el centro histórico y la nueva zona financiera. Hoy, también es un importante punto comercial y de ocio, donde siempre hay un ambiente vibrante.


– El Bosco Verticale
A apenas 5 minutos de la Piazza Gae Aulenti está otro de esos nuevos lugares icónicos que visitar en Milán, el Bosco Verticale. Se trata de dos torres residenciales, recubiertas por más de 2000 plantas.
Inaugurado en 2014, no es solo estéticamente muy chulo, sino que son súper interesantes desde el punto de vista ambiental. Se trata de un proyecto ambicioso de reforestación urbana, aprovechando la verticalidad. La vegetación, por lo visto, crea un microclima que reporta muchos beneficios: reducción del ruido, estabilización de la humedad, filtración de la contaminación… Además, contribuye al repoblamiento de la fauna urbana, pues allí viven varios centenares de especies de insectos y pájaros. ¿Qué te parece?
El Bosque Vertical es, por supuesto, tremendamente fotogénico. Si tienes la oportunidad, intenta verlo en diferentes estaciones, ya que los colores van cambiando ¡y es una auténtica pasada!
Eso sí, si quieres una foto sin gente, te recomendamos madrugar muuuuuucho, pues ésta zona no es solo una de las más turísticas que hay ahora mismo para ver en Milán, sino que es también residencial.

13. Corso Como y Porta Garibaldi
Desde la misma Piazza Gae Aulenti, a través de un caminito peatonal, vas a llegar a otra de las mecas del shopping de la capital lombarda: el Corso Como.
Como no podía ser de otro modo, a diferencia del Quadrilatero della Moda o de la Galleria Vittorio Emanuele, las tiendas y boutiques de esta zona son más modernas, más de vanguardia. De hecho, dos de las más famosas son la flagship de la blogger italiana Chiara Ferragni y el complejo de moda, arte y cocina 10 Corso Como. Esta última, que por cierto tiene una terraza muy guay en el último piso, es uno de nuestros lugares que ver en Milán favoritos, y solemos echar un buen rato cada vez que vamos… ¡Avisado estás!
De vuelta a la calle, la empedrada calle de Corso Como es ideal para tomar un café o comer algo en alguna de sus terrazas, o simplemente para pasear hasta la Porta Garibaldi. Este arco neoclásico, construido en la primera mitad del siglo XIX, está donde antes se encontraba la Porta Comasina, uno de los bastiones de la antigua muralla de Milán.
En torno a la Porta Garibaldi se encuentra el distrito de negocios del mismo nombre, uno de los puntos de encuentro históricos de la “gente bien” milanesa.
Precisamente en la placita de la Puerta, está Eataly, un enorme supermercado especializado en gastronomía italiana de calidad donde, por supuesto, también puedes comer. Pasarte a disfrutar de olores, colores y sabores (sí, ¡suele haber degustaciones!) es uno de los mejores planes que puedes hacer en Milán si disfrutas comiendo tanto como nosotros.


14. Biblioteca y Pinacoteca Ambrosiana
Seguimos con la lista de lugares que ver en Milán con una de las joyas más importantes de la ciudad para amantes del arte, la Ambrosiana.
Tanto la biblioteca y como la pinacoteca están dedicadas al mismo Sant’Ambrogio (de ahí su nombre), y nacieron gracias al cardenal milanés Federico Borromeo. Inspirado por las instituciones artísticas, científicas y literarias que conocía de Roma y el mismo Vaticano, quiso crear algo del mismo nivel en su ciudad natal, para así promover los valores humanísticos de la época, y también como servicio universal a la gloria de Dios.
Primero se hizo la biblioteca, en 1609, y seis años después llegó la pinacoteca.
La colección original de la primera contenía decenas de miles de textos de un valor hoy inestimable, muchos de ellos provenientes de lugares ultra remotos en ese momento, como Japón o el mundo árabe. Todas las personas que supieran leer y escribir podían acceder y utilizar dichos textos. Hoy, en la espectacular biblioteca hay más de 750.000 volúmenes y unos 30.000 manuscritos, entre los que está el famoso Codice Atlantico de Leonardo da Vinci.
Por su parte, en la pinacoteca vas a poder disfrutar de obras de artistas como Tiziano o Leonardo, aunque la gran estrella es el Cesto con Frutas (Canestra di frutta) de Caravaggio. También hay copias, entre ellas una de la Ultima Cena de da Vinci; así, si no te da tiempo a ir hasta Santa Maria delle Grazie, puedes quitarte la espinita, ¿no?
Es posible recorrer ambas en la misma visita e, incluso, añadir la iglesia aledaña del San Sepolcro, de la que te hablamos más abajo. Tienes más información en la web oficial de la Ambrosiana (en italiano).
- Piazza Pio XI, 2 (a 5 minutos andando del Duomo)
- Abre de 10 a 18 horas. Cerrado los lunes
- La entrada a la pinacoteca cuesta 15 euros, 20 si quieres visitar también la cripta de San Sepolcro. Niños hasta 14 años, gratis. Entrada incluida en el Milan Pass.
– La Iglesia del Santo Sepolcro
Para rematar tu visita a la Biblioteca y Pinacoteca Ambrosiana tienes, pegadita, la Chiesa de San Sepolcro. Éste no es un templo más, sino que esconde uno de los tesoros más increíbles que ver en Milán.
La bonita iglesia data de principios principios del siglo XI, y está sobre el antiguo foro romano de la ciudad. Su nombre viene de que, en principio, se quiso que se pareciera lo máximo posible a la del Santo Sepulcro de Jerusalén, algo que tiene mucho sentido ya que la italiana se construyó en plena época de las Cruzadas.
Tras multitud de remodelaciones, se puede decir que no quedó más o menos tal y como la vemos, especialmente la fachada, hasta finales del siglo XIX.
Su exterior de estilo neorrománico y su interior neoclásico, con toques barrocos, son muy bonitos y merece la pena incluir la visita en tu lista de cosas que hacer en Milán. Ahora bien, lo que de verdad hace especial a la iglesia del Santo Sepulcro es su cripta. Lleva poco más de una década abierta al público, ¡y es realmente espectacular! Está bajo el templo, directamente en lo que era antes el foro romano.
La visita a la iglesia es libre. Para visitar la cripta sí que hay condiciones y tendrás que hacerlo a través de la Biblioteca Ambrosiana:
- Cripta abierta de martes a viernes de 12 a 18 horas; sábados, domingos y festivos de 10 a 18.
- Cuesta 8 euros, 20 si quieres combinarlo con la Ambrosiana

15. Otros museos que ver en Milán
Aunque, a la hora de viajar a Milán, las grandes estrellas sean la Pinacoteca de Brera y la Ambrosiana, y las salas de exposiciones del Castello Sforzesco, no es raro que en una ciudad con tanta historia y cultura haya muchas más opciones.
Por si ya has estado más veces en la capital lombarda y conoces los anteriores, o simplemente por si te apetece salirte de lo más turístico, aquí te dejamos algunos de los museos que ver en Milán más interesantes:
– Museo Nacional de Ciencia y Tecnología Leonardo da Vinci
Con la colección más grande del mundo de máquinas hechas según los bocetos del genio italiano, es el museo científico-técnico más grande de Italia y uno de los más importantes de Europa.
Está en el antiguo monasterio de San Vittore al Corpo, a menos de 10 minutos de Santa Maria delle Grazie. Más información en su web.
– Triennale Design Museum
Está en el Parco Sempione y es el “templo” del diseño contemporáneo italiano. La mayor parte de la exposición va cambiando cada año, y es uno de nuestros museos que visitar en Milán favoritos.
Más info en la web de la Triennale.
– Museo del Novecento
Como imaginarás por su nombre, este museo se especializa en arte contemporáneo, del siglo XX.
Está situado en el llamativo Palazzo dell’Arengario, en plena Plaza del Duomo, es famoso porque allí está el mitiquísimo cuadro Il Quarto Stato, de Giuseppe Pellizza da Volpedo.
Por si quieres más info, aquí te dejamos la web del Museo del Novecento.
Otros museos que visitar en Milán que te pueden interesar son la Galería de Arte Moderno, las Casas-Museo Bagatti Valsecchi y Poldi Pezzoli, el Museo del Risorgimento o las Casas de Manzoni y de Verdi.
16. Cementerio Monumental
Uno de los lugares que ver en Milán que más se está poniendo de moda en los últimos años es el Cimitero Monumentale ¡y no nos extraña!
Es posible que, en un principio, te choque un poco la idea de visitar un cementerio en plan turístico. A nosotros nos pasaba igual, hasta que nos mudamos al Reino Unido y descubrimos cómo de integrados en la ciudad están los camposantos allí (mención especial al Highgate Cemetery, uno de nuestros lugares que visitar en Londres favoritos).
El de Milán fue construido a mediados del siglo XIX, inspirándose en el famosísimo cementerio de Pere Lachaise de París. Tiene 250.000 metros cuadrados de extensión y allí reposan importantes personalidades. Quizá la más importante es el ya mencionado Alessandro Manzoni.
La tumba de éste se encuentra en el Famedio, el edificio principal del cementerio. De estilo neogótico, su exterior recuerda a una iglesia, y su interior es de auténtico ensueño, con vidrieras, ventanales y puertas, cúpulas de color azul intenso… La verdad es que recuerda más a un templo ortodoxo búlgaro o, incluso, a una mezquita de Estambul que a una iglesia italiana.
Una vez en el exterior, no te puedes perder las tumbas monumentales, porque hay muchas que son un auténtico espectáculo. Las más conocidas son la de Arturo Toscanini y la de Antonio Bernocchi. Tienes más info en la web oficial del Cimitero Monumentale.
Aunque puedes recoger un mapa en la entrada, para descubrir todos los secretos del cementerio y no perderse nada lo mejor es apuntarse a una visita guiada de hora y media. Tienes más información, y puedes reservar, aquí:
Visita guiada por el Cimitero Monumentale
- Piazzale Cimitero Monumentale (estación de metro Monumentale; a 10 minutos caminando de la estación de Milano Porta Garibaldi)
- Abierto de 8 a 18 horas. Cierra los lunes
- Entrada gratuita

17. El estadio de San Siro, un imprescindible que ver en Milán para futboleros
Si eres futbolero, seguro que ya sabes que hay algo que tienes que hacer en Milán sí o sí: ¡visitar el estadio de San Siro! Así que prepara la bufanda, ¡que nos vamos!
Conocido como “la Scala del Calcio” es la casa de los dos equipos de la ciudad: el A.C.Milan y el Inter de Milán, que se van turnando para compartir esta mítica sede. También allí se han celebrado finales de Champions League (como la de 2016, entre Real Madrid y Atlético), partidos del Mundial de Italia’90 e, incluso, de otros deportes, además de algunos de los conciertos más importantes de Italia.
A día de hoy, allí caben 81.277 tifosi o aficionados. ¡Brutal!
Construido en 1926 (aunque se ha remodelado varias veces después), su nombre oficial es Stadio Giuseppe Meazza, en homenaje al mítico futbolista milanés, que jugó tanto en el Inter como en el Milan. San Siro es el nombre del barrio.
Ir a ver un partido de fútbol a San Siro no es barato, pero es toda una experiencia. Los cánticos, la luces en medio de la periferia milanesa, los puestos de camisetas y panini alla salamella (una típica salchicha lombarda que se come calentito)… Eso sí, dice Andrea que, si tienes que elegir uno de los dos equipos, te quedes con los nerazzurri. ¿Qué opinas?
Si el Giuseppe Meazza está en tu lista de cosas que ver en Milán pero no te apetece ir a ver un partido, o bien te apetece sorprender a alguien muy forofo, lo mejor es hacer un tour del fútbol por el museo Casa Milan y el estadio de San Siro, con transporte incluido. Más información y reservas aquí:
Si prefieres, puedes hacerlo por separado; es decir, visitando solo la Casa Milan (información y entradas aquí) o recorriendo el estadio de San Siro. La entrada a éste último está incluida en la tarjeta de descuento Milan Pass.

18. La Piazza degli Affari
A algo menos de 10 minutillos de la Plaza del Duomo vas a encontrate uno de los lugares que ver en Milán más curiosos. ¡Ya verás por qué!
Affari significa “negocios”, por lo que no te va a extrañar que allí se situé la Bolsa italiana. Es verdad que lo “común” sería que ésta estuviera en Roma, la capital, pero no hay que olvidar que el norte industrial es el principal motor económico de Italia.
La sede de la Bolsa está en el Palazzo Mezzanotte, el edificio principal de la plaza. Fue construido a principios de los años 30 (durante la época fascista), en el estilo Novecento, típico milanés.
Ahora bien, no es esta construcción lo que convierte la pequeña Piazza degli Affari en un lugar imprescindible que visitar en Milán. Y es que, justo delante del Palazzo Mezzanote, vas a darte cuenta de que hay una estatua bien blanca y grandota, hecha de mármol de Carrara, que representa… ¡un dedo corazón levantado!
Su autor, Maurizio Cattelan, nunca ha explicado su significado y hay muchas teorías, aunque parece que se decantan por que esté mandando allí mismo al sistema financiero, que causó la tremenda crisis de 2008. Su nombre, paradójicamente, es L.O.V.E, acrónimo de libertà, odio, vendetta y eternità (libertad, odio, venganza y eternidad). Se colocó para estar dos semanas en 2010, pero gustó tanto, que el ayuntamiento la compró ¡y hasta hoy!

19. Las mejores excursiones desde Milán
Además de ser una vibrante metrópolis, parte del encanto de la ciudad de Milán es también lo bien situada que está, en el corazón del norte de Italia. Desde allí tienes un montón de lugares bonitos e interesantes que visitar a menos de un par de horas de viaje. Y es que, si el nombre antiguo de la ciudad era Mediolanum (“en el medio de la llanura”), será por algo, ¿no?
Vamos, que la ciudad queda genial tanto como puerta de entrada (gracias a los aeropuertos de Linate, Malpensa o Bergamo-Orio al Serio) como base para recorrer la zona.
Los lagos de Como, Maggiore y Garda son las grandes estrellas entre las excursiones que hacer desde Milán. Aun así, también puedes visitar fácilmente ciudades increíbles como Bérgamo, Monza, Turín, Pavia. Incluso, si no te importa apurar, puedes llegar a Cinque Terre, Venecia o Florencia… ¿Te animas?
Si lo que buscas son excursiones organizadas desde Milán, aquí te dejamos las más populares y mejor valoradas:
- Excursión al Lago di Como en un día
- Lago di Como y Bellagio
- Lago Maggiore y crucero por las Islas Borromeas
- Verona y el Lago di Garda en un día
- Excursión a Cinque Terre desde Milán
- Tour por los Alpes Suizos en el tren Bernina Express
- Excursión a Venecia en un día
- Excursión a Florencia desde Milán (en tren)
Por último, aquí te dejamos tres rutas ideales de cuatro días saliendo desde Milán: por los lagos del norte de Italia, por los Dolomitas, y por Génova y Liguria.


20. Estación Central, un lugar con historia que ver Milán
Aunque ésta no es un monumento que ver en Milán propiamente dicho, no podíamos terminar el artículo sin hablar de la Stazione Centrale de la capital lombarda, uno de los mejores ejemplos de arquitectura fascista en el país.
Fue inaugurada en 1931 por el mismísmo Mussolini, quien quiso que la estación fuera grandiosa para que representara de esa manera al régimen, ¡y vaya si lo logró! La fachada tiene más de 200 metros de ancha, y la sala principal, 340 metros de larga y 72 metros de alta. Toda la construcción cubre un área de más de 60.000 metros cuadrados, o lo que es lo mismo, ¡casi 10 veces San Siro! Además, dentro hay un montón de columnas, vidrieras, estatuas…
La Stazione Centrale está la Piazza Duca d’Aosta, a unos 2’5 kilómetros al noreste del centro de Milán.
Con más de 120 millones de pasajeros al año, es la segunda estación con más tráfico de Italia (por detrás de Termini, en Roma). Por ella pasan todo tipo de trenes, el metro, buses urbanos e interurbanos y varias líneas de tranvía. Además, sirve de conexión con los tres aeropuertos que sirven la ciudad. Por eso, seguro que, de un modo u otro, es tu puerta de entrada a Milán.
– Memoriale della Shoah di Milano
Aunque no sea un episodio de la Segunda Guerra Mundial tan conocido como otros, es importante saber y valorar que, en Italia, también hubo una comunidad importante de judíos que también fue arrasada en el Holocausto.
Fue la estación central de Milán el último lugar que muchos ebrei vieron de su país, pues desde la misma plataforma 21 salían camino a Auschwitz y otros campos de concentración del centro de Europa.
Se inauguró en 2013, en el mismo punto, un memorial de más de 7000 metros cuadrados para recordar y honrar a los deportados, pero también para dar a conocer este negro episodio de la historia y que sepa de antídoto contra el antisemitismo y el racismo.
Es uno de los lugares de homenaje a las víctimas del holocausto más interesantes de Europa, al estar en el lugar real (y bastante bien conservado, por cierto) donde todo sucedió. Por eso, no puede faltar en tu lista de lugares a visitar en Milán si te gusta la historia.
Más información en la web del memorial.
– Tranvía de Milán
Por último, también queríamos hacer una mención rápida al tranvía de Milán. Y es que no solo es muy práctico y valorado como medio de transporte, sino que los tranvías antiguos, de color naranja, son una auténtica monada. De hecho, algunos se pueden alquilar para eventos.


20+1. Más lugares que ver en Milán
Después de 20 puntos con los mejores lugares que ver en Milán, aún hay varios que no nos queremos dejar en el tintero.
Si ya conoces bien la ciudad, tienes bastantes días (¡suertudo!) o, simplemente, te gusta visitar sitios menos turísticos, este punto es para ti:
- Torre Velasca. Este rascacielos es uno de los pocos ejemplos de arquitectura brutalista en Italia. Como suele pasar en estos casos, ha pasado de ser odiadísimo a ser considerado un símbolo por gran parte de los milaneses. Se ve bastante bien desde varios puntos de la ciudad, incluidas las terrazas del Duomo.
- Palazzo Marino. Está en la Plaza de la Scala y es la sede del Comune (ayuntamiento) de Milán.
- Palazzo Reale. Éste, en cambio, está en la Plaza del Duomo y, aunque fue la sede del poder civil en la ciudad, hoy es un espacio para exposiciones.
- Piazza dei Mercanti. Esta preciosa placita, a unos pasos del Duomo, es uno de los secretos mejor guardados del centro de Milán. Fue el centro de la ciudad medieval.
- Chiesa di San Maurizio al Monasterio Maggiore. Aunque por fuera esta iglesia del siglo XVI no dice mucho, dentro guarda un auténtico tesoro. No por nada la llaman “la Capilla Sixtina de Milán”….
- Coso di Porta Ticinese. ¿Buscando algo “diferente” para hacer en Milán? Date un paseíto entre las columnas romanas de San Lorenzo y la medieval Porta Ticinese, mientras ves escaparates, lugares históricos y fachadas típicas italianas.
- Universidades. El Politecnico, la Bocconi, la Bicocca o la ya mencionada Univeristà Cattolica del Sacro Cuore merecen una visita por su importancia en la historia y el desarrollo económico de la ciudad, y porque todas están en edificios históricos o peculiares.
- Librerías. Dicen que las librerías de Milán son de las mejores de Italia, lo cual es lógico ya que la ciudad es la sede de las principales editoriales del país. Rizzoli, Bocca, Feltrinelli, Mondadori, San Paolo… Si te gusta leer, ¡vas a disfrutar una barbaridad!
- City Life. El “barrio más moderno de Italia” se ha ido construyendo durante la última década en la zona de la antigua feria de Milán. Allí puedes encontrar muchos espacios verdes y comerciales, modernos edificios residenciales (algunos diseñados por la mismísima Zaha Hadid) y, por supuesto las míticas Tres Torres. Entre sus inquilinos de lujo están, otra vez, Chiara Ferragni y Fedez.
Mapa: Qué ver en Milán
¡Hasta aquí la lista de sitios a visitar en Milán! Esperamos haberte convencido de que la capital del norte italiano merece mucho la pena y, por supuesto, que toda esta información te sirva para planear tu siguiente escapada o ruta (¡envidiaza!) por la zona. Ya nos contarás…
Si tienes alguna duda más, o ya conoces la ciudad y te apetece contarnos cuál de todos estos lugares que ver en Milán es tu favorito, puedes hacerlo en comentarios. Igualmente, si crees que nos hemos dejado alguno en el tintero, seguro que tu aportación ayuda a otros viajeros así que grazie mille!
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