¿Buscando la receta de pan de plátano? Aquí te contamos cómo hacer uno de los dulces más típicos de la gastronomía australiana y, en general, anglosajona de manera rápida ¡y súper fácil!
El pan de banana o banana bread es, simplemente, un pan dulce (o bizcocho) a base de plátanos muy maduros, por lo que es ideal para aprovechar los que se van poniendo feos en tu frutero. Esta receta no tiene azúcar, lleva aceite de oliva en vez de mantequilla y, por supuesto, el mínimo posible de sal.
Te contamos cómo hacer banana bread paso a paso, de manera rápida y fácil, cómo conservarlo y algunos consejos extra. ¡Qué aproveche!
Aunque nosotros descubrimos el banana bread en Australia, la historia de este producto deja claro que es típico de la cocina estadounidense desde los años 30. Aquí, el banana bread es súper popular. Se vende en muchas cafeterías, también en algunos supermercados (pero a nosotros no nos convence mucho la segunda opción), y por supuesto se hace en casa.

Los plátanos son una de las frutas más producidas en el país. Se venden durante todo el año y a buen precio, por eso, este “pan” es una buenísima manera de aprovechar los plátanos que sobran y disfrutar, a la vez, de un capricho dulce a base de ingredientes naturales. ¿Cómo resistirse?
Al contrario de lo que sucede con la receta de los pancakes, no nos suena mucho haber visto este jugoso bizcocho entre los platos más típicos que comer en Londres. Aun así, es un desayuno, o merienda, que se está popularizando un montón por todo el mundo… ¡y no nos extraña!
Después de haberlo compartido varias veces en las stories de Instagram de Viajar y Otras Pasiones, no podíamos no dejar por escrito uno de nuestros descubrimientos culinarios en las antípodas. ¿Listo para impresionar a tus familiares y amigos con esta receta de pan de plátano (o banana bread)?
Contents
Ingredientes necesarios para la receta de pan de plátano
Una de las cosas que más nos gusta de esta receta de banana bread es que no tiene ingredientes rebuscados y que se hace en un momento.
Estas son las cantidades recomendadas para un molde típico de bizcocho, de tamaño mediano y forma rectangular. Evidentemente, vas a tener pan de plátano para varios días, dependiendo, claro, de los que seáis en casa y de las veces al día que lo toméis.
Recuerda que, aunque son los ingredientes son los menos “gorditos” posible, éste es un alimento calórico y a base de carbohidratos. ¡Disfrútalo con moderación!
- Plátanos maduros (dos grandes o tres pequeñitos)
- Harina normal y corriente (una copa y tres cuartos)
- Aceite de oliva (un tercio de vaso para la masa, y unas gotitas para engrasar)
- Sirope de arce o miel (elijas lo que elijas, necesitarás medio vaso)
- Dos huevos
- Tres cucharadas de levadura en polvo. Creemos que es lo más parecido al baking powder que utilizamos por aquí
- Una cucharadita de sal de mesa
- Y otra cucharadita más de extracto de vainilla (opcional. A nosotros, en este caso, nos gusta añadirla)

Utensilios de cocina que vas a necesitar
Para esta receta de pan de plátano no necesitas nada que ya no tengas en tu cocina, más allá del típico molde, que por ejemplo nosotros compramos expresamente para poder hacerlo.
Aunque siempre recomendamos tenerlo todo listo antes de empezar, no te agobies. Al contrario de lo que sucede por ejemplo con los pancakes, no tienes que estar pendiente del fuego ni de nada en particular. Solo hay que hacer la masa, a tu ritmo, y hornearla. La receta de banana bread es, como dicen en Australia, muy laid back!
- Molde rectangular, de los que se utilizan para los clásicos bizcochos
- Batidor de barillas manual (no hace falta el eléctrico)
- Tenedor
- Dos boles, para hacer las mezclas
- Dos vasos de tamaño normal
- Cucharilla de café
Pasos de la receta de banana bread
¡Ahora que ya tienes todo listo, puedes empezar con la receta de banana bread! ¡Ya verás qué sencillita!
Lo primero que hay que hacer es encender el horno a 165 grados. Hacer la masa del pan de plátano toma muy poco tiempo, así que si no estamos listos no se va a precalentar el tiempo suficiente.
Luego toca engrasar el molde y dejarlo listo para la masa. Así, el bizcocho no se pega y es mucho más fácil de sacar.
Para esto, en el mundo anglosajón se suele utilizar la mantequilla. Nosotros preferimos huir de ella, así que echamos siempre un par de gotitas de aceite de oliva. Luego tomamos un trozo pequeño de papel de horno para repartirlo de manera más o menos uniforme por todo el molde.
Si ves que te has pasado y que te va quedar “aceitosillo” el banana bread, lo mejor es volcar el molde sobre una servilleta de papel ¡y voilà!
Una vez tienes todo listo para cuando toque hornear, vamos a hacer poco a poco la masa:
1. Hacer “puré” los plátanos
Este es el punto más divertido de la receta de pan de plátano, sobre todo si la vas a hacer con niños. Además, ¡es muy fácil! Solo tienes que poner los plátanos, ya pelados, en un bol, y aplastar con un tenedor hasta que queden como una papilla.
Por supuesto, para que esto quede bien, las frutas tienen que estar muy, pero que muy maduras. Si te cuesta mucho deshacer los plátanos con el tenedor, no están listos. En nuestra experiencia, la cáscara ha de estar ya prácticamente negra, que se note que el plátano está pasado, y hasta blanducho, nada más tocarlo y sin abrirlo. Para que te hagas una idea: para la receta del pan de plátano has de emplear las bananas que no te comerías en crudo ni de coña.
¡Ah! Si hay algún trocito ya demasiado marrón, o alguna hebra muy fuerte, yo prefiero quitarlo antes del siguiente paso… por muy infantil que suene ¡sorry not sorry!
Sobra decir que aquí usamos plátanos australianos, pero que vale cualquier tipo, de cualquier lugar.

2. La masa del pan de plátano
Coge el otro bol y bate enérgicamente dos huevos. Una vez estén listos, echa el aceite de oliva (un tercio de vaso, más o menos) y el sirope de arce o la miel (medio vaso). Nosotros siempre hacemos la receta de banana bread con el primero, ya que nos gusta más y, al ser un producto menos denso, se maneja mejor.
Cuando tengas los huevos y el sirope o la miel bien mezclados, puedes vertirlo en el bol donde están los plátanos, y juntarlo todo.
Al ver que la mezcla es más o menos uniforme, toca añadir el resto de ingredientes: la levadura, la sal y, si quieres darle un toquecito más dulce, la vainilla. Luego, toca echar un vaso entero y otro a tres cuartos de la harina.
Ahora sí, ¡toca remover como si no hubiera un mañana! Hacerlo con el batidor de barillas al principio es un poco raro, ¡pero mola! Y ya verás como la masa, aunque siempre queda espesa, enseguida se hace más blandita manejable.
Asegúrate precisamente de que dicha masa es lo más uniforme posible. Por última vez, comprueba también de que no haya trozos de plátano bien deshechos, hebras y demás.
Una vez la mezcla de la fruta con los huevos y la harina parece una sola, puedes añadir un puñadito de nueces, de arándanos y/o trocitos de chocolate. Eso sí, te recomendamos, please, que sea poca cantidad (volviendo a los vasos, un tercio en total como mucho); si no, es probable que, por el peso “extra” de estos ingredientes, tarde bastante más en cocinarse el banana bread por dentro y, para cuando eso pase, por fuera ya estará totalmente negro… ¡Te lo decimos por experiencia!


3. El momento clave de la receta de pan de plátano: Hornear
¡Tranquilo! Que, aunque evidentemente hay que controlar más este paso que el resto, hornear tu banana bread no tiene ninguna dificultad.
Para empezar, solo tienes que volcar el bol de la masa para que esta caiga al molde. No necesitas ningún tipo de espátula ya que, si esta masa tiene la consistencia que debería, se va a repartir uniformemente ella sola. Si no te convence mucho, puedes darla un par de pequeñas sacudidas y dejarla unos segundos en la mesa para que se expanda bien.
Ya solamente te queda meterlo en el horno, ¡y tener paciencia!
Dependiendo de la textura de la masa, de la potencia de tu horno y, sobre todo, de si has echado extras (nueces, chocolate…) debería estar listo en unos 50 minutos.
La táctica que nosotros usamos es que, una vez cumplido el tiempo, metemos un palillo en tres o cuatro puntos diferentes del pan de plátano. Si éste sale limpio y seco, significa que ya está listo. Si no, toca meterlo un poquito más, controlando siempre desde fuera que el exterior no se nos queme de más.
La vez que nos emocionamos y nos pasamos echamos nueces, lo dejamos 10 minutos extra y seguía sin salir el palillo limpio. Al final, tuvimos que sacarlo para que no se carbonizara por fuera. Por eso es importante no echar una cantidad que convierta la receta de banana bread en receta de pastel de plátano y nueces, que sería diferente…
Recuerda también que el banana bread no es un pan como tal. No debe quedar seco, sino que el interior ha de ser esponjoso, jugoso.

4. Servir ¡y disfrutar!
¡Llegamos al final de esta receta de pan de plátano!
Una vez lo saques del horno, déjalo enfriar unos 10-15 minutos, ¡y ya está listo para servir!
Aquí en Australia hay quienes lo utilizan como si fuera pan de molde y lo echan mantequilla, nutella, mermelada… A nosotros eso nos parece too much, ¡como si no llevara ya suficiente dulce! Así que lo cortamos en rebanadas finas y lo tomamos solo, como si fuera bizcocho, para desayunar o merendar. Si quieres mojarlo en leche, o ponerle algo por encima, lo mejor es que hagas rebanadas más anchas.

Cómo conservar el banana bread casero
Aunque en la mayoría de cafeterías por aquí lo vemos en la máquina frigorífica, no hace falta meter el pan de plátano en la nevera. De hecho, está mucho más rico y mantiene mejor el sabor y la textura si lo guardas en un armario o en la encimera, a temperatura ambiente. Es importante, por supuesto, que esperes a que se ha enfriado y asentado bien.
Nosotros lo dejamos en el mismo molde y lo tapamos con un beeswax wrap. Estos envoltorios reutilizables de cera de abeja nos encantan no solo porque se pueden usar una y otra vez (ahorrando dinero y ayudando al medio ambiente al prescindir del típico film de plástico transparente o del papel de plata), sino que mantienen súper bien la comida ¡y son chulísimos! Te animamos a probar alguno, o al menos echar un ojo a alguno, si aún no los conoces:
Ver beewax para envolver ¡reutilizable!

Otra opción para conservar tu pan de plátano es meterlo en un típico tupper o tartera, mucho mejor si es de cristal.
El banana bread casero, tal y como hemos ido viendo en la receta, dura cuatro o cinco días en perfectas condiciones. A partir de ahí, se puede seguir comiendo y mal no te va a hacer, pero empieza a resercarse y el sabor cambia un poquito. Si ves que se te ha pasado un poco y quieres aprovecharlo, lo mejor es tostarlo y/o echar un pelín de aceite o de mantequilla.
Ten en cuenta que, si vives en un lugar muy caluroso y lo guardas sin frío, es posible que tu pan de plátano fermente o se ponga en mal estado antes. De todos modos, a nosotros nos suele durar varios días sin problema incluso en el verano australiano. Otra cosa a tener en cuenta es que, a partir de una semana de la cocción, sí es posible que le salga moho y te toque tirarlo.
Nosotros nunca lo hemos congelado, pero por lo visto puede hacerse sin problema. En este caso, puedes meterlo tanto en rebanadas como entero, envuelto en papel de plata. Así, te puede durar forever, ya lo metas en rebanadas o entero. Ten en cuenta que el proceso de congelado y descongelado no le hace un gran favor al banana bread. Te recomendamos, mejor, que hagas menos cantidad y lo comas reciente.

Y hasta aquí la receta de pan de plátano o, como dicen en sus países de origen, de banana bread. Esperamos habernos explicado bien (que ya sabes que lo nuestro son los viajes y aún somos novatos en esto de escribir recetas) y que pronto sorprendas a tus amigos o familiares con este delicioso bizcocho, tan típico de la cocina australiana.
Si tienes alguna duda más acerca de cómo hacer banana bread, o ya has probado la receta y quieres compartir tu experiencia, los comentarios son todo tuyos. Si no, ¡qué aproveche!