Kew Gardens es un importante jardín botánico del siglo XVIII, situado a unos 10 kilómetros al suroeste del centro de Londres. Además de ser enorme y variado, tiene una estética un poco “vintage” muy chulo y es poco turístico, así que merece una visita.
Fundado en 1759 por la princesa de Gales es, desde el año 2003, el lugar Patrimonio de la Humanidad más grande de Londres, con una extensión de unas 120 hectáreas.
Hay que bajarse en la estación del mismo nombre, en zona 3-4, y se puede utilizar tanto la District Line (línea verde) como la Overground (naranja).
La zona de la estación es muy mona, rollo pueblecito, con un pub muy chulo y tiendas (caras) independientes, incluyendo panadería y carnicería, no muy fáciles de encontrar en Londres. Por Lichfield road en 5 minutos estaréis en la Victoria Gate.

Compramos la entrada por internet para ahorrarnos la cola. No hace falta imprimirla y cuesta £15’50.
En la puerta te dan el mapa, ¡y si no pedidlo! Es un sitio grande y orientarse no siempre es fácil. Eso sí, las distancias parecen enormes en el mapa, y luego realmente no lo son tanto. Cuando Andrea me contó la ruta que había pensado casi lo mato, pero es totalmente realizable.
En Kew Gardens puedes estar el tiempo que quieras, dependiendo si quieres pasear un trozo, patearte todo o sentarte a contemplar. A nosotros nos pilla lejos, así que aprovechamos y vimos práticamente todo, sin correr y apalancándonos unas cuantas veces, y estuvimos unas 5-6 horas.
Nada más llegar ya estábamos muertos de hambre, así que la primera parada fue la cafetería de la entrada. Los que os guste la decoración y la jardinería vais a disfrutar en esa tienda (hasta que veáis los precios). Os recomendamos que os llevéis la comida de fuera, las cafeterías pero son muy caras y tienen poca variedad. No hay fuentes (o no las vimos), así que llevad agua.
Lo primero que hicimos fue visitar la joya de la corona de los Kew Gardens: la Palm House Parterre. Este invernadero a lo bestia tiene plantas de todo el mundo, además hay una plataforma, a la que se accede por unas escaleras de caracol, para verlo desde arriba. Es muy guay, tiene un ambiente vintage muy chulo… pero preparáos para el calorazo!

Y si por dentro la Palm House es una pasada, por fuera impresiona, y es que es grande y, obviamente, todo de cristal. Sus alrededores acaban de completar el cuadro: muchas flores de colores, un espectacular lago y diez estatuas, conocidas como “las bestias de la reina”, que nos recordaron un poco a las de Tirta Gangga (Bali).
Al otro lado del lago hay una gran casa victoriana que ahora funciona también como cafetería. Una estampa muy fotogénica.

Caminamos junto al lago para llegar al Templo de Aeolus, una pequeña edificación de aire griego, y a un jardín muy chulo con diferentes flores agrupadas por familias. Justo después, hay como un túnel de madera con flores, precioso y muy fotógenico.

En la misma zona hay un pequeño invernadero dedicado solo a los bonsáis y, al lado, el huerto. Vimos desde espárragos a alcachofas, pasando por fresas y guisantes. ¡En esta zona nos lo pasamos genial!

Saliendo del huerto por unos arcos se llega al Rock Garden, un jardín con una pequeña cascada y plantas de estilo mediterráneo. Detrás está el Princess of Wales Conservatory, otro invernadero, más moderno y diferente, pues aquí las plantas son más variadas y están divididas en diferentes salas en función del clima. Nos encantó la sala con los cactus ¡eran enormes!

La siguiente parada fue The Hive, uno de los lugares más populares en Kew Gardens, sobre todo para los más peques. Es una estructura muy moderna y tremendamente fotogénica, que simula ser un panal de abejas. Debajo hay un cacharro por el que, supuestamente, se pueden sentir las vibraciones metiendo un palo de helado en tu boca. La música y las luces, al parecer, también contribuyen a ello.
La verdad es que no nos enteramos muy bien de qué iba el tema, pero estuvimos un buen rato porque nos llamó la atención estéticamente. Para los interesados, suele haber voluntarios que se ofrecen a explicarlo. El suelo de The Hive es transparente, así que ¡cuidado con los bajos!


Después de esta no-experiencia con las abejas, nos dimos un paseíto por The Great Broad Walk Borders, la calle más larga del parque, ideal para caminar por caminar. Estaba llena de familias con niños, y tuvimos que parar varias veces para hacer fotos a las flores que íbamos viendo.
Al fondo de la calle hay otra cafetería y, junto a ella, el Kew Palace. Aunque la entrada está incluida en el precio de la del parque y nos pareció muy interesante, no entramos, estábamos ya cansados. Por lo visto, pueden visitarse las cocinas, los dormitorios de las princesas que vivían allí y el busto de Madame Tussauds del rey George III.

A la derecha del Kew Palace hay una cafetería de ambiente familiar, un parque de madera con unas atracciones que son una pasada (¡quién fuera niña!) y el famoso Climbers and Creepers, otro parque, esta vez cubierto, que va a hacer flipar a los más pequeños.
Nos estábamos metiendo a una zona mucho menos transitada (estuvimos solos un buen rato) y como más salvaje, con un montón de árboles enormes, incluso pudimos meternos bajo las ramas de uno y sentirnos como cuando éramos peques y jugábamos a las cabañas.

Sin buscarlo, encontramos un jardín japonés: el Bamboo Garden. (Tenemos debilidad por este tipo de jardines, algún día iremos a Japón jeje)
Queríamos ver el Támesis desde los jardines, pero están vallados y solo es posible hacerlo en un trocito llamado, obviamente, Riverside Walk. Hay unos banquitos de madera típicos ingleses con vista al río, y es una zona súper tranquila, así que es el sitio ideal para relajarse después de unas cuantas horas de pateada y calorazo.

El Arboretum es el lago principal de Kew Gardens. Andamos por la orilla hasta que pudimos cruzar el Sackler Crossing, un puente de granito y estilo contemporáneo, muy original, que ofrece muy buenas vistas sobre el lago.


Desde el puente se llega enseguida al Treetop Walkway, la típica plataforma alta para poder ver los árboles. Las vistas son guays y es original, pero me empezó a dar la panoia con que se movía, me empecé a marear y me tuve que bajar, como en los Supertrees de Singapur, ¡qué mal rato!
En teoría hay que subir y bajar las tropecientas escaleras, pero hay un ascensor para minusválidos que puede usarse, porque casi nunca hay nadie.

Nos recordó mucho al canopy del jardín botánico de Cape Town, aunque nos gustó más el segundo.
Deberíamos haber visto la Temperate House y la Pagoda pero, para variar, nos lo encontramos de obras, ¡qué rabia! La Temperate es otro invernadero más, pero la Pagoda nos habría encantado verla.
La última parada fue el Rose Garden que, como su nombre indica, es un jardincito con rosas, en la parte trasera de la Palm House. La verdad es que no había muchas rosas, pero las vistas al invernadero son bonitas, además justo allí acaba un vasto camino franqueado por árboles.

Nos encantan estos espacios en la ciudad (o cerca de ella). Hace mucha falta sentir un poco de aire y ver verde cuando se vive en una mole de hormigón como es Londres.
Como curiosidad, la escritora inglesa Virginia Woolf publicó en 1919 un relato llamado “Kew Gardens”, que se desarrollaba en estos jardines.
Kew Gardens no es una atracción turística tan conocida en Londres. Recomendamos que, si tenéis tiempo, no os lo perdáis. Es precioso, y hay momentos en los que realmente te sientes en el campo. La variedad de colores, texturas, olores… merece la pena.

Prepara tu viaje a Londres:
Consigue un 5% de descuento en tu seguro Mondo, el de los bloggers AQUÍ
Encuentra tu vuelo barato a Londres AQUÍ
Reserva tu alojamiento en Londres al mejor precio AQUÍ
Llévate 25€ de descuento para tu apartamento Airbnb AQUÍ
Elige tus excursiones y traslados en español en Londres AQUÍ y AQUÍ
La mejor variedad de coches de alquiler en Londres AQUÍ
Empieza a soñar y planificar con las guías de viaje más completas:
Londres Lonely Planet
Londres de Cerca
Top 10 Londres
Guías Visuales: Londres
Londres National Geographic
En este post encontrarás links de afiliados. Si decides utilizarlos, a ti no te costará ni un céntimo más y nosotros nos llevaremos una pequeña comisión, que nos ayuda a seguir viajando y manteniendo este blog. ¡Muchas gracias!
16 respuestas
Que bonito, si algún día volvemos a Londres nos acercaremos. Que pasada la zona de los captus, con lo que me gustas. Apuntado todo jijiji. Gracias por la marnifica información.
Hola bonita!
Mil gracias, nos alegramos que te haya gustado!! Ahora lo que tienes que hacer es venir a verlo, te esperamos 😉
Un besote!
Me ha encantado este lugar…es facinante. Las fotos del post son una maravilla.
A 10 kms? Pues en mi próxima visita iré. Seguramente me quedaré horas mirando los bonsai y los cactus. Me encantan.
Gracias por mostrar tan lindo lugar.
Abrazo Viajero para ustedes.
Hola Lilián!
Gracias a ti por comentar 🙂
Andrea está muy orgulloso de que te hayan gustado tanto las fotos!
Tienes que volver a Londres para conocerlo, te esperamos!
Un besote
Como mola pues yo quiero ir a Londres este año para ver a María y no sabía de la existencia de Kew Gardens, me parece muy buen lugar para pasar una tarde, me encanta la naturaleza y creoq ue es una visita muy linda.
Que curioso The Hive lo había escuchado pero no sabía que estaba en londres
Un saludo y gracias por compartir tus viajes
Hola Carmen!!
Qué bien que vayas a venir a Londres pronto, ya tienes un sitio más donde ir 😉
Gracias a ti por leernos. Un abrazo viajero!
Me ha encantado! No lo conocia! Anotado queda. Besos
Hola Puri guapa!!
Qué bien que te haya gustado! Te esperamos por aquí para que vayas a verlo! 🙂
Un besote
Tengo muchas ganas de volver a Londres porque como las visitas obligadas ya me las he hecho, ahora me apetece ir y ver cosas dejándome llevar y ” perdiendo” el tiempo ( o ganándolo, depende de como se mire) Estos jardines desde luego son un perfecto lugar para disfrutar del slow travel. Queda apuntado!!
Un abrazo
Hola Carmen!
Por eso mismo nos gusta volver a los sitios, para ver las cosas menos famosas. Algunas son más joyita que las “obligadas” como dices tú.
Cuando te apetezca, aquí te esperamos 😉 Un beso!
Como me gustanlos parques urbanos! Menudo lugar, parece que uno no tiene suficiente en un día para visitarlo y disfrutarlo como se merece ;-).
Lo anotamos para cuando viajemos a Londres !
Un abrazo viajero,
Eva
Hola Eva!!
A nosotros también, son un soplo de aire fresco en medio de la ciudad, muy necesarios!
En Londres os esperamos, un beso!
¡Hola chicos! Qué ganas tenemos de volver este verano a Londres para visitar (por fin!) los Kew Gardens! Sobretodo ver The Hive en directo, y es que nos encantan los jardines 🙂 Un saludo.
Hola bonita!
Ojalá podáis volver este verano a Londres! La verdad es que la ciudad luce diferente con sol ☺️
Kew Gardens nos encanta, yo creo que os va a gustar!! Y en navidad también se pone muy bonito!!
Un besote!
Qué recuerdos, cuando vivía en Londres trabajaba cerca de los Kew Gardens, cada mañana pasaba en bus por delante. Excelente post, un abrazo!
¡Hola Verónica!
Qué suerte trabajar por allí, es una zona muy bonita! 🙂
Gracias por pasarte por aquí, un beso!