Viaje a Riga, Tallin y Estocolmo en 7 días por libre (domingo 25 a sábado 31 de octubre de 2015).
Hay viajes que se sueñan y se planean por años y otros que se organizan en unos días. Este viaje por el Báltico es uno de los segundos. Nuestra primera idea era ir a Rusia, pero el tema del visado nos quitó las ganas.
Estocolmo fue la elegida. Teníamos más días, así que había que acompañarla de Riga y Tallin. Ambas fueron ciudades suecas desde la Guerra de los Treinta Años hasta la Gran Guerra del Norte, cuando se llamaba al mar Báltico “el lago sueco”.
Es una pena que no nos diera tiempo a conocer la otra capital báltica. Dejamos apuntada no solo Vilna, sino toda Lituania, para otra vez.
Contents
DÍA 1: RIGA
Jardín de Vermanes, Catedral de la Natividad de Cristo, canal de Pilsetas, centro histórico, Plaza del Ayuntamiento, Museo de la Ocupación
Volamos directos desde Londres Stansted con Ryanair. Llegamos a Riga por la mañana temprano y enseguida salimos a explorar.
La primera parada fue el jardín de Vermanes. Justo enfrente está la catedral de la Natividad de Cristo, la iglesia ortodoxa más grande de los Bálticos. Fue nuestra primera experiencia en un lugar de este culto y nos impresionó (para bien) mucho.
Tras pasar el canal de Pilsetas y el Monumento a la Libertad, llegamos al centro de Riga, que es Patrimonio de la Humanidad.
Paseamos entre edificios de colores y estilo holandés y comimos muy rico.
En la Plaza del Ayuntamiento, dominada por la Casa de los Cabezas Negras, visitamos el Museo de la Ocupación de Letonia. Súper recomendable a todos los aficionados a la Historia.


DÍA 2: RIGA
Mercado Central, Plaza de la Catedral, Tres Hermanos, Torna Lela, castillo, río Daugava, Biblioteca Nacional, Academia de las Ciencias
Empezamos el día atravesando la moderna estación de tren para llegar al Mercado Central. Somos muy fan de los mercados, y este ha sido nuestro favorito hasta la fecha.
Ya en el centro, queríamos subir a la torre de San Pedro para disfrutar de la vista panorámica, pero justo está cerrada los lunes. Pasamos por la Plaza de la Catedral, las famosas casas conocidas como Tres Hermanos y la muy pintoresca calle de Torna Iela.
El castillo de Riga fue bastante decepcionante, así que continuamos caminando hasta el río Daugava. Cruzamos para visitar la moderna Biblioteca Nacional, a la que tampoco pudimos pasar porque había un evento.
Acabamos el día pasando por delante del colosal edificio de la Academia de las Ciencias de Letonia.


DÍA 3: TALLIN
Colina de Toompea
Llegamos a Tallin tras cuatro horas de cómodo viaje en bus.
Lo primero que hicimos fue subir a la colina de Toompea. Allí está el castillo del mismo nombre, la catedral ortodoxa de Alexandr Nevskij y la luterana de Santa María. Hay también unos miradores con vistas inigualables sobre la ciudad y el mar Báltico.

DÍA 4: TALLIN
Pasaje de Santa Caterina, Plaza del Ayuntamiento, prisión de Patarei
Entramos al casco antiguo por la Puerta Viru. Fuimos derechos al pasaje de Santa Catarina, donde disfrutamos un montón con los talleres y tiendecitas.
Desde allí callejeamos hasta la Plaza del Ayuntamiento, un precioso lugar lleno de terracitas. Luego nos asomamos al pasaje de Borsi (Borsi Käïk), donde pudimos leer los hitos de la historia de Estonia escritos en el suelo.
Por la tarde visitamos Patarei, una antigua prisión soviética a orillas del Báltico que se conserva tal y como se dejó. Cuando fuimos, estaba muy poco explotada turísticamente ¡Nos encantó!
DÍA 5: ESTOCOLMO
Iglesia de Adolf Fredrik, Drottninggatan, Gamla Stan
Llegamos a mediodía y nos costó mucho encontrar el hostel, así que corrimos a la calle. Cerca estaba el parque Tegnerlunden, precioso con sus tonos otoñales.
Fuimos a la iglesia de Adolf Fredrik, en cuyo jardín se encuentra la tumba del popular primer ministro Olaf Palme.
La calle de Drottninggatan nos llevó hasta Gamla Stan, donde dimos una vuelta y comimos algo hasta que se hizo de noche.
DÍA 6: ESTOCOLMO
Gamla Stan, Sodermalm, Ostermalm, isla de Djugarden, Museo Vasa
Atravesamos Gamla Stan por la bonita calle Vasterlanggatan, hasta llegar a la zona de Sodermalm. El chico del hostel nos recomendó ir a la calle Götgotan y para allá que fuimos… a perder la mañana, ¡porque no nos transmitió nada!
Afortunadamente, volvimos al centro a tiempo de ver el cambio de guardia en el Palacio Real. Luego nos fuimos para la bonita zona de Östermalm, donde estuvimos dando una vuelta por el paseo junto al puerto. Después subimos por Nybrogatan donde encontramos con un mercado “gourmet”.
Llegamos a la isla de Djurgarden. Además de unas vistas preciosas y mucho verde, tiene el Museo Vasa, la atracción más valorada de Estcolmo. Éste gira en torno a una auténtica nave recuperada del mar, donde se hundió nada más zarpar en el siglo XVII.
DÍA 7: ESTOCOLMO
Ayuntamiento
Nos dimos un señor paseo otoñal por el canal de Klara Sjö hasta el ayuntamiento, para nosotros el lugar más chulo de Estocolmo. Tiene una arquitectura muy chula y las vistas son una pasada.
Queríamos visitarlo por dentro, sobre todo el salón donde se celebra la cena de los Nobel. Al ser las visitas guiadas, no nos iba a dar tiempo, ¡qué rabia!
Desde allí dimos un paseo junto al agua para volver a Gamla Stan, comer y despedimos del Báltico.
Fuimos a la estación de bus, donde nos encontramos una cola enorme y mucho jaleo. Al fin pudimos viajar hasta el aeropuerto de Skavsta, ¡casi más lejos de Estocolmo que Estocolmo de Londres!
Riga, es la que más nos ha sorprendido y gustado de las tres. Tallin es una encantadora ciudad medieval, y gana muchos puntos por la prisión de Patarei, que nos encantó.
Estocolmo es bonita, pero llegábamos de dos ciudades preciosas que nos habían sorprendido muy gratamente y de ésta teníamos las expectativas muy altas… además, estábamos ya con poco dinero y es una ciudad carísima. Para colmo, el hostel estaba donde el viento da la vuelta. Nos dejó un sabor un poco agridulce, ¡así que habrá que volver!
Esperamos que os haya gustado este post! 🙂 Si es así, podéis compartirlo con amigos en redes sociales, y de paso nos echáis una manita!
10 respuestas
Este me le tengo que leer detenidamente porque es uno de los que tenemos en mente desde hace tiempo.
Os iba a encantar, ofrece mucho y muy diferente.
Para lo que quieras, aquí estamos!
Gracias por comentar 😉
Muy bien aprovechados los siete días. A mi se me hace poco para tres ciudades, pero supongo que es cuestión de priorizar. Y como de esa parte de Europa solamente conozco Vilnius este post es una buena base para tomar ideas. Un abrazo.
Hola Cris!!
La verdad es que nos hubiera gustado estar un día más en Estocolmo, tenemos que volver! Tanto Riga como Tallin en un par de días basta.
Nosotros lo que queremos conocer ahora es Vilnius, ya nos contarás! 🙂
Muak!
Yo hice ese mismo viaje pero en un crucero y me encantó la subida a Estocolmo por barco.
Saludos viajeros
LoBo BoBo
Gracias Paco, qué majo eres 🙂
El crucero habría sido precioso, y llegando hasta San Petersburgo…
Este recorrido me ha dejado muchos recuerdos ya que fue nuestro primer viaje al extranjero con nuestro hijo. Por entonces tenía 10 meses y era un bebé muy tranquilo.
Tallinn y Estocolmo nos encantaron, Riga no estuvo en el recorrido así que nos queda pendiente.
Qué bien! Nos alegramos de haberte traído recuerdos bonitos:-)
Riga nos gustó mucho, es ideal para un finde así que seguro que pronto os dejáis caer. Un beso y gracias!
Me gustaría hacer este mismo viaje. Estocolmo es una ciudad que tengo pendiente desde hace tiempo. De Tallin y Riga no tenía referencias pero ya veo que sí merecen la pena, apuntadas quedan.
Hola Belén!
Es un viaje muy chulo, ideal para una semanita.
Estocolmo es muy bonita, a nosotros nos dejó un saborcillo agridulce pero la daremos otra oportunidad! Y Riga y Tallin son una pasada, de cuento!
Así que muy recomendado.
Muaak
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