¿Estás pensando en viajar a Milán por tu cuenta? Pues quédate por aquí, que es una ciudad que conocemos bastante bien ¡y queremos compartir unos cuentos tips contigo!
Ya vayas a hacer una escapadita de unos días a la capital de Lombardía, o ésta sea tu base para recorrer el norte de Italia, ¡estamos seguros de que te va a encantar! Aunque esta metrópoli es grande y tiene de todo, recorrerla y exprimirla a tope es muy sencillo, ya lo verás.
Como ya sabes qué lugares visitar en Milán, aquí te dejamos 19 consejos para preparar un viaje a Milán, desde cómo llegar, dónde alojarse, qué platos de la gastronomía italiana probar, las mejores excursiones… ¿Listo?
Contents
- 1. Documentación necesaria para viajar a Milán
- 2. Decide cómo te viene mejor llegar
- 3. Apúntate a un free tour
- 4. Dedica tiempo a visitar el Duomo
- 5. Decide qué otros lugares quieres ver en Milán
- 6. Organiza tu tiempo: ¿cuántos días son necesarios para viajar a Milán?
- 7. Come, come como si no hubiera un mañana
- 8. Elige un buen alojamiento
- 9. No puedes viajar a Milán sin probar el aperitivo
- 10. Aprovecha que vas a viajar a Milán para conocer los lagos
- 11. ¡Reserva enseguida para ver La Última Cena de Da Vinci!
- 12. Descubre la Milán más moderna
- 13. Mejor temporada para viajar a Milán
- 14. Moverse por Milán es muy fácil
- 15. ¿Eres futbolero? ¡No te pierdas San Siro!
- 16. Tranquilo, viajar a Milán es seguro
- 17. Haz shopping ¡o disfruta de los escaparates!
- 18. Qué llevar a un viaje a Milán
- 19. No necesitas hablar italiano para viajar a Milán
- AHORRA y prepara tu viaje a Milán por libre
1. Documentación necesaria para viajar a Milán
Vamos a empezar este artículo sobre consejos para viajar a Milán con lo más básico.
Afortunadamente, al ser Italia miembro de la Unión Europea, los ciudadanos españoles y del resto de países miembros, no necesitamos tramitar visado. De hecho, ni siquiera hay que cargar con el pasaporte, ya que es posible entrar solo con el documento nacional de identidad (DNI).
Tendrás que mostrarlo si llegas en avión. No hay controles en las fronteras terrestres.
Si eres ciudadano latinoamericano tampoco necesitas visado, con las excepciones de Ecuador, República Dominicana y Bolivia. Aun así, Italia está dentro del espacio Schengen por lo que tendrás que cumplir con los requisitos necesarios. Por motivos obvios, nosotros no estamos familiarizados con este proceso, pero puedes echar un vistazo aquí.
Tener un seguro para viajar a Milán no es condición obligatoria ni para europeos ni para latinos, pero es siempre recomendable, especialmente para los segundos.
Recuerda que no solo te va a cubrir en lo relativo a tu salud (¡que es lo más importante!) sino que también ayuda, en español, en otros temas más logísticos como cancelación o retraso de vuelos, pérdida de equipaje…
Para que te hagas una idea, aquí te dejamos el seguro de viaje que siempre utilizamos nosotros, ¡con un 5% de descuento solo por ser nuestro lector!
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2. Decide cómo te viene mejor llegar
La situación de Milán, casi “en el centro” de Europa occidental, hace que la ciudad pille bastante a mano vengas de donde vengas. Está a tiro de piedra de Austria, de Suiza, de Francia, de los Balcanes… Por ejemplo, apenas 1000 kilómetros separan la capital de Lombardía de la bella Barcelona.
Aunque conducir desde diferentes puntos no es, como ves, especialmente raro, lo más común es bien volar a Milán desde España, o bien llegar en tren desde Florencia, Venecia, Roma o cualquier otra ciudad italiana:
– Aeropuertos de Milán
Aunque solo uno de ellos está en la ciudad, son tres los aeropuertos que sirven a la capital de Lombardía: Linate, Malpensa y Bérgamo.
Se podría decir que el primero es pequeñito, tiene pocos destinos y son todos europeos. El segundo es el más importante de la ciudad y el segundo con más rutas de Italia; mientras, el tercero es el típico que sirve a las aerolíneas low cost.
Tienes vuelos directos desde el aeropuerto de Madrid-Barajas y desde el de Barcelona-El Prat a todos ellos.
Si quieres viajar a Milán desde América, tendrás bien que hacer escala o bien que llegar al aeropuerto de Roma Fiumicino y moverte en tren. Si aún no tienes el tuyo, puedes mirar rutas, precios y combinaciones en este buscador de vuelos baratos.
A la hora de llegar a tu alojamiento en Milán desde el aeropuerto, puedes bien reservar un traslado privado (más información y precios aquí) o bien elegir el transporte público.
Aquí te dejamos un resumen de cada uno de ellos para que te vayas haciendo una idea. Para más info de cada uno, haz click en su nombre:
- Linate. Está a unos 10 kilómetros del centro, al este de la ciudad. Desde allí, puedes tomar un autobús urbano o un taxi, dependiendo de tu presupuesto.
- Malpensa. En provincia de Varese, a unos 50 kilómetros al norte de Milán. Aunque también hay buses específicos para hacer esta ruta, lo más rápido y cómo es tomar un tren hasta la estación de Milano Centrale.
- Orio al Serio-Bergamo. Está en la provincia de Bérgamo, a unos 50 kilómetros también al este de Milán. Por ahora no hay trenes directos, sino que hay que hacer cambio en la primera ciudad, por lo que nosotros siempre hemos usado autobuses que van directos a Milano Centrale.
– Viajar a Milán por tierra: la Stazione Centrale
La Centrale es la estación de tren más importante de la ciudad y la segunda de Italia (tras Roma Termini). No vas a tener ningún problema para viajar a Milán directamente desde cualquier localidad importante del norte e, incluso, del centro de Italia. Incluso, es posible ir a Suiza ¡y a París!
Como has visto en el punto anterior, a esta estación llegan también los buses y trenes desde los aeropuertos cercanos.
La Stazione Centrale di Milano está en la Piazza Duca d’Aosta, a unos 2’5 kilómetros del centro de la capital. Si te alojas por la zona, podrás caminar sin problema; si no, allí paran las líneas 1 y 2 del metro, y varias del tranvía y de buses urbanos. Un poco más abajo te hablamos del transporte público en la ciudad.
En la estación hay consigna, varias cafeterías, kiosko y, por supuesto, baños. Estos últimos, como en la mayoría de lugares público de Italia, son de pago, así que lleva algo de cash ¡por si acaso!

3. Apúntate a un free tour
Una de las primeras cosas que solemos hacer al llegar a una ciudad nueva para visitar es apuntarnos a un free tour.
Es una buena opción para empezar a orientarse por allí y llevarse una visión histórica y cultural rápida y resumida del lugar. Además, si viajas solo, ¡siempre es un buen sitio para conocer gente nueva!
Si no sabes cómo funcionan los free tours tranquilo, ¡que es muy facilito!
Solo tienes que apuntarte online (te recomendamos hacerlo con antelación, especialmente si vas a viajar a Milán durante la temporada alta) y, el día que hayas elegido, disfrutarás de una ruta de alrededor de un par de horas. Tu guía, de habla hispana, te va a llevar por los lugares más conocidos, mientras te cuenta curiosidades de la ciudad en un tono desenfadado.
Al finalizar, tú mismo decides cuánto pagar en función de lo que te haya gustado. Suena bien, ¿no?
En Milán, el free tour clásico recorre, como no podía ser de otro modo, el Duomo, el Castello Sforzesco, la Scala, la Plaza del Duomo… Tienes más detalles, y puedes reservar, aquí mismo:
Free tour por Milán en español
Si prefieres ver otras opciones, aquí tienes tanto free tours como diferentes rutas diferentes y visitas guiadas por Milán:
- Free tour del arte
- Free tour histórico por Milán
- Visita guiada por Milán
- Visita guiada por Milán con entradas incluidas
- Tour por la Milán más alternativa
- Tour nocturno de los fantasmas
- Visita guiada privada y flexible (solo para ti y tus acompañantes)

4. Dedica tiempo a visitar el Duomo
No te decimos nada que no sepas si te recordamos que no puedes viajar a Milán y perderte su increíble Duomo…
Aunque en Italia hay un montón de catedrales preciosas, la Cattedrale Metropolitana della Beata Vergine Maria se lleva la palma. Tanto, que es la iglesia más grande del país (o la segunda, pues la Basílica de San Pedro está en el Vaticano) y la tercera del mundo. En serio, ¡una maravilla!
Pese a que muchos viajeros que tienen poco tiempo se tienen que contentar con una foto rápida a esa impresionante fachada de mármol blanco, te aseguramos que merece la pena visitarla por dentro y, por supuesto, subir a caminar por su tejado.
Desde las terrazas del Duomo no solo vas a tener una panorámica chulísima de la capital lombarda, sino que también son el mejor lugar para ver a la famosa Madonnina. Esta estatua representa a la Virgen y es el punto más alto de la catedral, a 108 metros del suelo.
A la hora de visitar el Duomo de Milán hay que llevar cubiertos hombros y rodillas, al igual que pasa al visitar el Vaticano y muchas otras iglesias en Italia.
– Cómo conseguir entradas anticipadas para el Duomo de Milán
Seguro que no te sorprende saber que, especialmente si vas a viajar a Milán en temporada alta, es importante conseguir las entradas por adelantado.
Lo bueno es que hay un montón de opciones para hacer esta visita:
- Entrada general: iglesia, museo y terrazas (a elegir ascensor o escaleras)
- Visita guiada en español a la catedral y las terrazas ¡sin colas!
- Entrada solo para las terrazas, sin colas
Para decidirte, te recomendaríamos que valoraras el tiempo que quieres dedicar y también qué es lo que más te gustaría ver del Duomo. Nosotros elegimos la entrada general y dedicamos prácticamente medio día a visitarlo… aunque somos de los que se enrollan como una persiana; en dos o tres horas puedes disfrutarlo sin problema.


5. Decide qué otros lugares quieres ver en Milán
Aunque la capital de Lombardía no es Roma, Florencia o Venecia, ¡te prometemos que hay un buen puñado de lugares que ver!
Obviamente, lo más conocido es su imponente catedral (de la que te hablábamos en el punto anterior), aunque no podemos dejar pasar sus edificios históricos, elegantes barrios, iglesias de diferentes épocas, museos e instituciones culturales súper importantes…
Los lugares más importantes que ver durante un viaje a Milán serían:
- La Galleria Vittorio Emanuele
- El Castello Sforzesco y el Parque Sempione
- La Basílica de Sant’ Ambrogio, patrón de Milán
- La Scala, uno de los teatros más míticos de Europa
- Los barrios de Navigli (con los canales) y Brera, y toda la zona moderna (de la que te hablamos más abajo)
- La Pinacoteca de Brera, la Ambrosiana y, por supuesto, la Iglesia de Santa Maria delle Grazie con La Última Cena de Da Vinci (de la que te vamos a hablar también más abajo). Otros museos interesantes en Milán son el Triennale (de diseño), el de Ciencia y Tecnología (donde se expone la colección más grande de máquinas hechas según los bocetos de Leonardo da Vinci) o el Museo del Novecento, con el famosísimo cuadro Il Quarto Stato.
- Si buscas planes un poquito más diferentes, puedes visitar el Cementerio Municipal, el Quadrilatero de la Moda o el estadio Giuseppe Meazza (San Siro)
Pásate por este artículo donde te contamos, con mucho más detalle, cuáles son los 20 mejores lugares que ver en Milán. Los hay muy turísticos, más locales…
– ¿Te conviene el Milan Pass?
Como en la mayoría de lugares turísticos, en Milán es posible hacerse con una típica tarjeta turística (valga la redundancia).
El funcionamiento de ésta es muy fácil: solo tienes que comprar la modalidad que más te convenga (según los días de validez y/o lo que contenga) y tendrás las mejores entradas y actividades de la ciudad incluidas.
En el caso de Milán, podrás usarla durante 48 horas.
Entre las atracciones que hay están las terrazas del Duomo, La Scala, la Pinacoteca Ambrosiana, el estadio de San Siro y el Museo del A.C.Milan, diferentes tours por los outlets y un montón de museos, además de transporte público o bus turístico ilimitado. ¡Nada mal!
Para saber si te conviene o no el pase a la hora de viajar a Milán, te recomendamos que decidas primero de qué lugares o atracciones te apetece disfrutar, y luego compruebes si te va a salir rentable. Tienes la información actualizada sobre el Milan Pass y puedes hacer tu reserva aquí:


6. Organiza tu tiempo: ¿cuántos días son necesarios para viajar a Milán?
Al contrario de lo que ocurre, por ejemplo, al viajar a Londres o a Roma, Milán es una ciudad bastante “abarcable” y se puede aprovechar bastante bien en relativamente poco tiempo.
Es posible recorrer los principales lugares que ver en Milán en un día si te ciñes al centro y te das bastante caña. Eso sí, con madrugón incluido y poco tiempo “perdido” con fotos, comida y demás.
En nuestra opinión, una estancia de dos días sería ideal para un primer viaje a Milán. Puedes añadir uno más si eres de viajar lento y con pocos planes o si prefieres también descubrir algunos sitios menos turísticos.
Si tienes más tiempo, te recomendamos aprovechar para hacer alguna excursión por los alrededores, especialmente a los míticos lagos de Lombardía. Sobre este tema, te contamos más en otro punto del artículo (¡y te va a gustar!).
Te dejamos por aquí el itinerario de viaje a Milán en dos días que hicimos en nuestra última visita. ¡Ya verás que es bastante completito!
7. Come, come como si no hubiera un mañana
Y llegamos a uno de los puntos más imprescindibles que hacer en todo viaje, especialmente si éste es a Italia.
La gastronomía del Belpaese es una de las mejores del mundo, así que aprovecha que vas a viajar a Milán ¡para ponerte las botas! Al ser una ciudad grande y cosmopolita, con una importantísima inmigración procedente de todos los rincones del país, allí vas a encontrar tanto platos muy locales como todo tipo de pastas, pizzas y recetas de otras regiones.
Si lo que te gusta es precisamente probar lo más típico, en Milán, además del aperitivo (del que ya te hemos hablado) no te puedes perder estas delicias:
- Risotto alla Milanese. Este clásico arroz con azafrán (de ahí el color amarillo) es uno de nuestros platos típicos que comer en Italia favoritos.
- Ossobuco. Guiso de una parte de la pata de la ternera, alrededor del hueso. Suele servirse con risotto.
- Cotoletta alla Milanese. El clásico “filete empanado”, conocido como snitzel en Austria (¡y en la comida tradicional australiana!). ¡Riquísima!
- Bollito. Carne hervida con verdura, y servida con salsita.
- Büsèca. Guiso con la trippa del cerdo o, lo que es lo mismo, callos. Por la manera en que se cocinan, nos recordaron más al plato típico de Roma que a la especialidad de la gastronomía madrileña.
- Cassoeula. De alguna manera, nos recuerda un poco a los dos anteriores, ya que es un plato típico invernal a base de berza y “partes poco nobles” del cerdo.
- Panettone. ¿Sabías que el bollo navideño más famoso de Italia nació en Milán?


8. Elige un buen alojamiento
Una de las cosas que más suelen costar a la hora de visitar una ciudad nueva es elegir dónde dormir.
En Milán no es que sea coser y cantar, pero mentiríamos si lo comparáramos con el alojamiento en Londres o en la misma Roma.
Y es que, aunque la zona metropolitana es enorme y súper poblada, el centro de la capital lombarda (donde se concentran la mayoría de lugares turísticos) es relativamente pequeño. Además, al ser Milán una ciudad súper importante cultural y económicamente para el Belpaese, hay una amplísima oferta de alojamiento.
Evidentemente la mejor zona para alojarse es el centro, los alrededores del Duomo. Aunque es un poco más costosa, desde allí podrás caminar prácticamente a todos los lugares que visitar en Milán, incluidos Brera, la Scala y el Castello Sforzesco, y por supuesto tendrás mejor acceso a restaurantes, museos, bares…
Si no te importa alejarte un pelín del centro a cambio de ahorrar un poco durante tu viaje a Milán, puedes echar un ojo a la zona de la Stazione Centrale (a 40 minutos caminando del centro, hacia el norte) y a la de Porta Romana (a unos 30 minutos al sureste).
A nosotros nos gusta mucho el barrio de Navigli, pero para ir al centro tendrías que tomar el metro.
Como casi siempre que nos hemos quedado a dormir en Milán lo hemos hecho en casa de familiares, hemos hecho un “trabajo de investigación” para recomendarte unos cuantos hoteles con buena relación calidad-precio y las mejores opiniones de otros viajeros. ¡A ver con cuál te quedas!
- Habitaciones compartidas: Ostello Bello, Combo Milano
- Para ahorrar: Hotel Paradiso, Guest House Pirelli
- Presupuesto medio: Babila Hostel, Isola Libera
- Presupuesto alto: Hotel Milano Castello, Uptown Palace
- Para darse un capricho: Room Mate Giulia, The Street Milano Duomo
¡Importante! Como ocurre en otras grandes ciudades italianas, para alojarse en Milán hay que pagar la tassa di soggiorno. Es un extra por persona y noche, y en webs como Booking (en la que puedes buscar más alojamientos por tu cuenta) ya te dice cuánto se añadiría. ¡Tenlo en cuenta!

9. No puedes viajar a Milán sin probar el aperitivo
Como decimos en los artículos sobre restaurantes en Roma o sobre dónde comer en Florencia, tomar el aperitivo es una costumbre que hoy está ya muy extendida por toda Italia.
Aunque nació en Turín, es en Milán donde, a finales del siglo XIX, se popularizó del todo esta costumbre, por lo que una escapadita a la metrópoli del norte de Italia no está completa sin probarlo, ¿no crees?
El aperitivo italiano es una idea parecida a la happy hour, por decirlo de alguna manera. Es decir, tú pides tu bebida (generalmente alcohólica: vermut, cerveza…) y, al pagar esa consumición, tienes derecho a un buen picoteo, generalmente en forma de buffet frío (con pasta, bocadillitos, embutido…), aunque también lo hemos visto alguna vez como “tapas” bastante generosas.
El aperitivo se toma en los bares desde la media tarde hasta la hora de cenar (más o menos, de 18 a 20 horas). La idea es que coincida con la hora que se sale del trabajo y te vayas para casa cenado, ¡y te prometemos que así es!
La zona más típica donde tomar el aperitivo en Milán es el bonito barrio de Navigli, en una terraza con vistas al canal (ay, ¡quién pudiera ahora mismo!). También está muy de moda la zona de Brera, y por supuesto los alrededores del Duomo.
¡Ah! Si quieres una experiencia 100% italiana, te recomendamos pedir Aperol Spritz como aperitivo. ¡Qué aproveche!

10. Aprovecha que vas a viajar a Milán para conocer los lagos
Como, Maggiore, Garda… si llevas ya tiempo pensando en viajar a Milán, seguro que te suenan estos nombres. Y es que los famosísimos lagos del norte de Italia son una preciosidad y, además, pillan bastante cerca de la capital lombarda, por lo que son la excursión estrella que hacer en cualquier época del año.
Aunque puedes ir en tren o en coche, la mejor manera de aprovechar el tiempo al máximo, sin preocuparse por nada más que por disfrutar, es apuntarse a alguno de estos tours de un día en español:
- Excursión al Lago di Como desde Milán
- Lago di Como y Bellagio
- Excursión al Lago Maggiore, con crucero por las Islas Borromeas
- Excursión al Lago di Garda y Verona
– Otras excursiones desde Milán
Si ya conoces los lagos o, simplemente, prefieres algo diferente sin renunciar a hacer una excursión desde Milán, tranquilo, ¡que sigue habiendo muchísimas opciones! La ciudad está en el corazón del norte de Italia, por lo que las posibilidades son infinitas ya prefieras ir por libre o con una excursión organizada.
Tienes muy cerquita las bonitas localidades de Bérgamo (a 50 kilómetros), Turín (145 kilómetros) o Verona (160).
Aunque pillan un poco más lejos, si no te importa madrugar y darte caña, puedes exprimir tu viaje a Milán al máximo aprovechando para llegar a Cinque Terre, ir a Venecia (a 270 kilómetros) o visitar Florencia en un día (306 kilómetros). Para finalizar, una opción original y no muy conocida es hacer una ruta por los increíbles Alpes Suizos a bordo del tren escénico del Bernina.
Aunque los destinos más cercanos son fáciles de visitar por libre y en tren, la forma más sencilla y práctica de conocer los últimos es apuntarse a una excursión en español:
- Excursión a Cinque Terre
- Excursión a Venecia
- Tour por los Alpes Suizos en el Bernina Express
- Excursión a Florencia


11. ¡Reserva enseguida para ver La Última Cena de Da Vinci!
Si te gusta el arte, este consejo para viajar a Milán es vital. Y es que La Última Cena, o il Cenacolo, es una obra muy especial. No decimos esto solamente porque sea una de las pinturas más famosas de la historia, sino también porque, por su delicadeza, las reglas para visitarlo son muy estrictas: el número de visitas diarias es limitado y no se puede entrar por libre.
Esto es porque el gran Leonardo da Vinci, en lugar de utilizar la técnica del fresco (como hizo, por ejemplo, Miguel Ángel en la Capilla Sixtina), pintó con témpera y óleo. Conservar la obra es muy complicado y los trabajos de cuidado y conservación son casi constantes.
Como imaginarás, somos muchos los que viajamos a Milán con la idea de ver La Última Cena “en vivo y en directo”… ¡y las plazas vuelan! Por eso, te recomendamos que te hagas con tu entrada lo antes posible. Puedes comprarla en la web oficial del Cenacolo (suelen estar disponibles desde dos o tres meses antes), o bien apuntarte a esta visita guiada en español a la Última Cena.
¡Por cierto! ¿Sabes por qué conoce también a la pintura como Cenacolo? Porque Leonardo lo pintó en el comedor de los frailes dominicos que vivían en convento, hoy iglesia, de Santa Maria delle Grazie (a unos 20 minutos caminando del centro) Imagínate cómo acabaron de hartos de tener al artista allí durante tres añazos…
12. Descubre la Milán más moderna
Ya has visto que en Milán te puedes empapar de historia. Aun así, tampoco podemos perder de vista que la capital de Lombardía es la ciudad más moderna y cosmopolita de Italia, especialmente después del “lavado de cara” que se le dio con la Expo de 2015.
Gracias a esta última podemos disfrutar de una de las zonas más nuevas y diferentes que ver en Milán: la Piazza Gae Aulenti.
Situada a unos 2’5 kilómetros al norte del centro de la ciudad, y cerca de la estación de Porta Garibaldi, está diseñada por el arquitecto argentino César Pelli. Es súper llamativa porque, además de estar rodeada de rascacielos, ¡su superficie está cubierta por fuentes! Para ir de un lado a otro, tranquilo, que no te vas a mojar: hay plataformas por las que caminar ¡y la experiencia es muy chula!
Uno de los edificios que rodean la Piazza Gae Aulenti es la Torre Unicredit, la más alta de Italia con más de 230 metros.
Otra construcción moderna, a unos 5 minutos de la plaza, es el Bosco Verticale. Este interesantísimo proyecto arquitectónico y ambiental consta de dos torres residenciales cuyas fachadas están recubiertas por más de 2000 plantas reales. ¡Ya verás que es un auténtico espectáculo!
Por último, si quieres volver desde esa zona al centro, te recomendamos hacerlo por el Corso Como. En esta calle comercial vas a encontrar siempre ambiente, gracias a sus restaurantes y cafeterías con terracita y a sus boutiques de vanguardia, como 10 Corso Como (¡que nos encanta!) o la tienda de la famosísima blogger de moda Chiara Ferragni.
Este plan te va a gustar, especialmente si quieres aprovechar tu viaje a Milán para descubrir lugares, quizá, menos turísticos y más de milaneses. Divertiti!


13. Mejor temporada para viajar a Milán
Al igual que sucede en el resto de Europa, a la hora de viajar a Milán puedes elegir entre tres temporadas turísticas:
- Temporada alta (de mediados de junio a principios de septiembre). En esta época se concentran las vacaciones de la mayor parte de los viajeros, por lo que visitar la ciudad se hace mucho más incómodo: hay colas más largas en prácticamente todos los monumentos, menos espacio y, por supuesto, los precios de vuelos y alojamiento suben como la espuma. Ten en cuenta que la temporada alta incluiría también la Navidad, la Semana Santa y el puente del primero de mayo.
- Temporada baja (de mediados de octubre a marzo). Durante estos meses, no solo vas a ahorrar en alojamiento y transporte, sino que no vas a tener problema con las colas o las esperas (especialmente fuera de los fines de semana). La parte negativa es que te puede tocar un clima lluvioso y gris, más típico del norte del continente que de la Italia mediterránea. De hecho, algo que debes tener en cuenta si vas a viajar a Milán en invierno es que los días son bastante cortitos, por lo que tendrás que intentar ajustar tu itinerario a las horas de luz.
- Media o shoulder season. El resto del año sería la temporada ideal para hacer una escapada a Milán, pues tiene “lo mejor de cada casa”: menos turistas y precios menos engordados, con un tiempo mucho más aceptable.
Ahora bien, somos conscientes de que no todo el mundo puede elegir sus vacaciones o días libres. Si ese es tu caso, ¡tranquilo! Tu viaje no va a cambiar demasiado si vas en un mes o en otro. La capital del norte de Italia es una ciudad animada y con un montón de planes que hacer durante todo el año; además, sus principales atracciones suelen ser cubiertas por lo que non ti preoccupare!
Sí te recomendaríamos evitar los meses de invierno si lo que quieres es visitar los lagos (sobre todo si quieres hacer una ruta, para una excursión de un día se apaña uno como sea) y, especialmente, los Dolomitas.
14. Moverse por Milán es muy fácil
Aunque el área metropolitana que encabeza Milán es enooooorme, la extensión de lo que el centro de la ciudad en sí no es muy grande. Esto es una ventaja ya que, si te alojas por allí, vas a poder moverte entre los principales lugares que ver en Milán caminando y sin problema.
Además, al contrario de lo que ocurre con el transporte público de Roma, el de la capital lombarda, en nuestra opinión, es un poquito más organizado y sencillo de usar.
- Metro (Metropolitana di Milano). Tiene 113 estaciones divididas en tres líneas: M1, M2 y M3 (que son roja, verde y amarilla, respectivamente), además de otra línea extra de metro ligero, la M5 (morada). Se está construyendo la M4, también ligera, de color azul.
- Autobuses urbanos.
- El tranvía de Milán
La verdad es que nosotros solemos utilizar siempre el metro, pues es más rápido y no depende del tráfico… pero el tranvía es tan bonito ¡que no puedes viajar a Milán y no darte una vuelta! Si quieres saber qué ruta o combinación te conviene más para ir a algún lugar en particular, puedes entrar la web de la Azienda Trasporti Milanesi (ATM) y hacer click en calcola percorso.
Es importante que tengas en cuenta que, al igual que pasa al moverse por Londres o por Madrid, viajar por Milán durante las horas punta puede ser un auténtico horror, independientemente del medio de transporte que elijas. Intenta evitarlo, sobre todo si viajas con niños o personas con movilidad reducida.
– ¿Cuánto cuesta el transporte público en Milán?
La Azienda Trasporti Milanesi gestiona tanto el metro como el bus y el tranvía. Así, el billete o abono que tengas te va a valer para los tres. En el momento de publicar este artículo, las opciones y precios son:
- Billete sencillo (1’5 euros): Sólo válido para un viaje
- Billete nocturno (3 euros): Todos los viajes que quieras desde las 8 de la tarde
- Bono de 10 viajes (13’80): Para utilizar cuando necesites. Ojo, que no puedes compartirlo con tus acompañantes
- Billete 24 horas (4’5 euros)
- Billete 48 horas (8’5 euros)
- Tarjeta Milan Pass: Además de incluir el acceso a las terrazas del Duomo, a La Scala, el estadio de San Siro o la Pinacoteca Ambrosiana, con esta típica tarjeta turística de descuento vas a tener acceso ilimitado al transporte público durante 48 horas. Más información y venta del Milan Pass aquí.
Recuerda siempre validar tu viaje. En Italia, los controles aleatorios son frecuentes y las multas llegan…
Ten en cuenta que, independientemente del medio de transporte que uses, si viajas con maleta grande te va a tocar pagar un biglietto per bagaglio. Cuesta 1’50 euros. Es importante tener esto en cuenta, pues la gran mayoría de trenes y buses desde los aeropuertos de Malpensa, Bérgamo y Linate llegan a la Stazione Centrale y, desde esta, seguramente te toque tomar un bus urbano, metro o tranvía hasta tu alojamiento. ¡Otra buena razón para viajar ligero!
Excepto el Milan Pass, puedes comprar tus billetes para el transporte público de la ciudad en cualquier momento de tu viaje a Milán en estaciones, kioskos y estancos. En general, en cualquier sitio donde veas el símbolo de tabacchi.


15. ¿Eres futbolero? ¡No te pierdas San Siro!
Si eres un enamorado del fútbol, ¡no puedes viajar a Milán y no ir a visitar el estadio de San Siro!
La casa de los dos equipos de la ciudad, los mundialmente famosos A.C.Milan e Inter (que se van turnando para utilizarlo), realmente se llama Giuseppe Meazza y está a las afueras de la ciudad.
Allí hay espacio para más de 81.000 aficionados, y Andrea ha sido uno de ellos varias veces (dice que aclare que él va con los nerazzurri). Como ya imaginarás, ver un partido de calcio en uno de los estadios más míticos de Europa barato no es, ¡aunque merece la pena! Para comprobar si te coincide algún juego interesante con tu viaje a Milán, lo mejor es que te pases por las webs del Inter o del A.C.Milan.
Un plan más asequible, más tranquilo y también más flexible en cuanto a fechas y horarios, es hacer un tour por el estadio de San Siro. Para ello, tienes dos opciones:
- Tour del fútbol: Museo Casa Milan y estadio de San Siro (con transporte)
- Visita solo al estadio de San Siro, incluida en la tarjeta de descuento Milan Pass
- Visita solo al Museo Casa Milan
16. Tranquilo, viajar a Milán es seguro
Milán es una ciudad, en general, segura, incluso para personas que viajan solas. Dicho esto, y sin ánimo de ponerte alerta, no deja de ser una metrópolis europea, con todo lo que eso conlleva…
El principal problema son los carteristas, especialmente en el metro y en las grandes aglomeraciones. Éstos no suelen ser violentos, pero sí son tremendamente hábiles haciéndose con tu cartera o bolso sin que te des ni cuenta. Como imaginarás, por motivos obvios, los turistas con cara de “perdidos” son su principal objetivo…
Cuando utilices el transporte público o estés caminando por calles o plazas con mucha gente, recomendamos extremar la atención y tomar ciertas precauciones. Tampoco son nada del otro mundo, pero está bien llevar siempre tu mochila o cámara delante, evitar bolsos sin cremallera o no guardar el móvil o la cartera en el bolsillo de atrás.
Como ocurre también en la mayoría de grandes ciudades, es mejor evitar los alrededores de la Stazione Centrale, especialmente por la noche.
17. Haz shopping ¡o disfruta de los escaparates!
Que Milán es una de las capitales mundiales de la moda no es ningún secreto. Allí se celebra una de las pasarelas más importantes (junto a las de Londres, París y Nueva York) y también allí nacieron, o al menos hoy tienen su sede, muchas de las grandes marcas italianas, como Gucci, Prada, Valentino, Versace o Armani.
Si eres de gustos caros y tienes la fortuna de que tu cuenta corriente lo acompañe, no se nos ocurre un plan mejor que aprovechar que vas a viajar a Milán ¡para quemar tarjeta!
El lugar del shopping por excelencia en la ciudad es el famosísimo Quadrilatero della Moda. En esta zona, delimitada por las calles de Via Montenapoleone, Corso Venezia, Via della Spiga y Via Alessandro Manzoni, vas a poder disfrutar del ambiente más sofisticado y, por supuesto, alucinar con unos escaparates que son auténticas obras de arte.
Otras zonas comerciales que merecen la pena en Milán son el Corso Buenos Aires (de más de un kilómetro y medio), la zona de Via Torino y Porta Ticinese y el Corso Vittorio Emanuele. A nosotros nos gusta mucho también el Corso Como (del que te hablábamos antes), con tiendas más “modernas. Cerca de la ciudad también hay outlets para todos los precios y bolsillos:
Lo bueno de este punto es que, a la hora de viajar a Milán con un presupuesto normal, siempre puedes ir al Quadrilatero de la Moda solo “a mirar”. ¿No te parece un buen plan gratis??

18. Qué llevar a un viaje a Milán
Hacer la maleta o la mochila para viajar a Milán no te va a resultar nada complicado. No vas a necesitar nada específico ni rebuscado. Solo preocúpate de controlar el clima en Milán pocos días antes de salir para elegir la ropa, e via!
En Italia, como sabes, se utiliza el Euro, por lo que no tendrás que preocuparte de cambiar dinero. Otra cosa súper práctica es que, como en la Unión Europea no se paga roaming, vas a poder utilizar tu móvil español (o de cualquier otro país miembro) sin problema tanto para utilizar internet como para llamar.
- Recuerda que no es posible visitar el Duomo mostrando hombros y rodillas. Si vas a viajar a Milán en otoño o invierno no tendrás problema con esto; si vas en verano, una buena idea es llevar una pashmina en el bolso o la mochila y, una vez allí, cubrirte. Esta prenda no ocupa mucho espacio y es una de las más prácticas y versátiles en cualquier escapada.
- También el enchufe en Italia es igual que en España y la mayor parte de la Unión Europea (230V y 50 Hz). De todos modos, si viajas bastante, te va a ser muy útil hacerte con un adaptador de viaje (este es el que tenemos nosotros).
- Nos encantan los blogs (¡qué vamos a decir!), pero siempre viajamos con una guía en papel. Son muy prácticas tanto para preparar el viaje como para leer una vez allí y, de vuelta a casa, quedan como un recuerdo chulísimo que, además, puedes prestar a tus amigos. Nosotros tenemos la Lonely Planet Milán De Cerca, ideal para una escapadita. Si vas a hacer un viaje más largo por el Belpaese, te recomendamos la Lonely Planet de Italia o las Guías Visuales de Italia.
- Aunque seas ciudadano de la Unión Europea, no olvides tu documentación, tal y como te comentábamos en el punto 1. Si llegas por aire es imprescindible y, una vez en la ciudad, te la pueden pedir con tus reservas.
Para llevar todo lo que necesites, te recomendamos viajar ligero. No solo porque, hoy en día, la mayoría de compañías aéreas cobran extra por las maletas, sino porque tanto a la hora de moverse por la ciudad (ya sea en transporte público o andando por el suelo empedrado) como si vas a hacer excursiones o desplazamientos, andar arrastrando un maletón ralentiza y agobia.
Recuerda que en Italia tienes tiendas de todo tipo y el país no es mucho más caro que España, por lo que tu presupuesto de viaje a Milán no va se va a descuadrar si te toca comprarte algún “por si acaso” allí…

19. No necesitas hablar italiano para viajar a Milán
Gracias a las nuevas tecnologías y a lo extendido que está el turismo hoy en día, creemos que es posible viajar por prácticamente todo el mundo aunque no hables más idiomas que el español.
En el caso de Milán, en la mayoría de lugares turísticos vas a encontrar traducciones y guías en nuestro idioma. Además, muchos italianos, sobre todo los jóvenes, chapurrean español (nuestro querido itagnolo) y se sienten muy orgullosos de ponerlo a prueba con los turistas que se encuentran.
Si no, como imaginarás, tanto en aeropuertos y estaciones como en restaurantes y monumentos, todo está traducido al inglés. Con un nivel medio en la lengua de Shakespeare no vas a tener ningún problema, ¡ya verás!
Tampoco pierdas de vista que tanto el italiano como el español son dos idiomas latinos. Así, hablando despacito no es complicado entender aunque sea la idea general de la conversación. Leyendo también es relativamente fácil comprender una idea general.
De todos modos, nunca está de más llevar una pequeña guía de conversación en italiano para salir del paso. También, aquí te dejamos un poquito de italiano “de supervivencia”. ¿Te animas a ponerlo en práctica?
- Ciao: Hola y adiós (informal)
- Prego: De nada, aunque también sirve para, de manera cortés, ceder el paso, dar turno…
- Per favore: por favor
- Grazie: Gracias
- Il conto, per favore: La cuenta, por favor
- Quanto costa…?: ¿Cuánto cuesta…?
- Dove è…?: ¿Dónde está…?
- Mi può aitare, per favore?: ¿Me puede ayudar, por favor?
- Arrivederci: ¡Adiós!
¡Hasta aquí el artículo de hoy! Esperamos que te haya sido útil para preparar tu próxima visita… y, si no, para soñar despierto, que nunca viene mal. Como te contábamos en el artículo sobre lugares que ver en Milán, la capital de Lombardía tiene muchos más atractivos de los que uno espera.
Si tienes alguna duda más sobre viajar a Milán, o ya has estado en la ciudad y te apetece compartir algún consejo para ayudar, así, a otros viajeros, ¡los comentarios son todo tuyos! Grazie mille!
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